Hace casi 22 años, que se dice pronto, que Darryl Middleton llegó a Turquía para iniciar una esplendorosa carrera profesional en el baloncesto europeo. En su currículum hay dos ligas ACB y cuatro griegas, tres nominaciones como mejor jugador de la ACB (1992, 1993 y 2000) y una Euroliga (2001-02) con el Panathinaikos. Pero todo eso no cuenta cuando has superado claramente los 40 tacos --nació el 21 de julio de 1966 en el barrio neoyorquino de Queens-- y saltas a la cancha como jugador de la LEB Oro con el Sant Josep de Girona. 15 puntos y 11 rebotes el pasado domingo ante el Breogán fueron la respuesta a que Middleton sigue muy vivo y que será una de las principales preocupaciones del Cáceres 2016 el próximo viernes.

Pocos pueden discutir que es uno de los mejores americanos llegados nunca a Europa, aunque no llegó a debutar en la NBA (elegido en tercera ronda por Atlanta Hawks). Cosas que pasan a veces.

Se asentó como referente allá donde estuvo --Girona en varias etapas, Caja San Fernando, especialmente brillante en el Barcelona y fugaz en el Joventut-- y multiplicó su valor cuando ya con 33 años se pudo nacionalizar al estar casado con una española. Prolongó su carrera acumulando dólares y dólares en Grecia y Rusia antes de regresar a Girona, donde vive. Ahora le da igual en qué categoría juegue el equipo local, ya sea la ACB --campeón de la Eurocopa FIBA con el desaparecido Akasvayu en el 2007-- o en la LEB Bronce, donde arrancó hace un año el proyecto del Sant Josep.

Ahora en la LEB Oro sigue disfrutando del baloncesto. "Claro que tengo todavía mucha ilusión. No solo por jugar, sino por enseñar a chicos que son 20 años menores que yo", cuenta con amabilidad a este diario desde su domicilio gerundense. "No me puedo aburrir. Sigo saliendo todos los partidos a ganar. Ya no es una cuestión de dinero para mí", añade. Hay un dato demoledor: su entrenador, Borja Comenge, tiene 12 años menos que él.

¿Cómo es posible?

Middleton se ríe cuando se le pregunta por el secreto de su longevidad. "Supongo que es porque no he tenido lesiones importantes y estoy a gusto con lo que hago. Nada más. No hago nada especial", responde. Eso sí, el Cáceres 2016 contará con una ayuda extra. "Si algo me mata, no son los partidos --el domingo jugó 30 minutos--, sino los viajes. Y recuerdo que Cáceres está muy lejos de aquí", afirma.

Y es que este ala-pívot de precisos movimientos en la zona y letal tiro de media distancia jugó muchas veces en el Pabellón V Centenario en la época ACB de otro club que ya no existe, el Cáceres CB. "Recuerdo que el público animaba mucho, sí, que siempre nos costaba mucho ganar". Ahora intuye que no será diferente desde su punto de vista de súper veterano. "Cuando un equipo juega por primera vez en la temporada en casa, pone las cosas muy difíciles a su rival. Vamos a tener que pelear mucho, va a ser muy complicado porque también tienen una buena plantilla y ya lo demostraron ganando en Tenerife", pronostica.

Según asegura, el objetivo del Sant Josep podría cifrarse incluso en la entrada en los playoffs . "Hay un buen equipo, con mucha gente joven que tiene calidad, y si entramos en una buena línea podemos ganar muchos partidos, aunque todavía queda mucho para poder saberlo. También tenemos que ver el nivel que tienen los otros equipos", analiza Middleton.

Albert Sabat, baja

En Cáceres, Borja Comenge tendrá un problema añadido: su base titular, Albert Sabat, se lesionó en los últimos segundos del partido frente al Breogán y será baja durante las próximas tres semanas, lo que obligará a dar más minutos a su joven reserva, Jordi Bataller, y a que David Navarro y Eduard Jiménez, habituales escoltas, colaboren en la dirección.