El Diocesano afirma estar concienciado para su nuevo reto. El equipo cacereño afronta la fase de ascenso a Tercera División con el objetivo de escalar un nuevo peldaño.

El lema del club es significativo. 'A la tercera, a Tercera'. Ello da buena prueba de las intenciones de la entidad, que quiere redondear su excelente año en todas las categorías con una asignatura pendiente: la de llevar a su equipo de Preferente a Tercera. El cuadro de Miguel Angel Avila está preparando a conciencia su primer duelo, que será el domingo en el Manuel Sánchez Delgado ante el Guadiana.

Se medirán el tercer clasificado del primer grupo contra el segundo del grupo II. El club que preside Gerardo Hierro espera que haya una buena afluencia de público para este encuentro, en el que los cacereños tienen depositadas las esperanzas para sacar un buen resultado para el choque de vuelta.

Durante la semana, el Diocesano ha estado movilizando a sus incondicionales, entre los que juega un papel destacado su propia cantera, apoyada por los padres. El club cacereño, referencia del fútbol base extremeño, tiene en su estructura a 400 jóvenes jugadores. Aunque parte del interés radica en el juvenil A, que milita en División de Honor y que cumplirá su sexta temporada en la máxima categoría la próxima campaña, ahora la meta está en dar un paso adelante situándose en Tercera División.

En las dos fases de ascenso anteriores, no pudo ser y el cuadro colegial cayó ante el Castuera en el 2013 y La Estrella (2015). En ambas ocasiones no se pasó de la primera eliminatoria.

En esta oportunidad se desea resarcirse a lo grande y superar las dos que hacen falta para subir a Tercera División. En el seno del equipo y el cuerpo técnico hay plena confianza, aunque se reconoce que la empresa será harto complicada.