Hace unas semanas ha celebrado su primer año al frente del Diocesano y sus primeras palabras siguen siendo para toda esa gente -«ese gran equipo»- que trabaja de forma altruista para que este equipo que funciona casi como una familia siga adelante. Alfonso Abreu está satisfecho porque puede presumir de una continuidad positiva. Hay altibajos, el deporte es así, pero la línea del conjunto colegial es la misma que durante muchos años implantaron sus fundadores, Gerardo Hierro y José Luis Mohedano.

El Diocesano de Tercera División ha cerrado la primera vuelta con 22 puntos, uno menos que hace un año. Eso sí, entonces tenía un margen de 9 puntos sobre el descenso y ahora solo son 6. «Aunque por clasificación estemos mejor [undécimos ahora, duodécimos entonces], esta Tercera está muy complicada porque estamos a pocos puntos unos de otros», indica Abreu. «Somos muchos equipos los que estamos metidos en la misma pelea».

Al Dioce entrenado este curso por Rai también le costó arrancar, pero al final los resultados están llegando. «Ha costado un poco adaptarse, pero el tiempo nos va dando la razón», dice el dirigente colegial sobre la elección del técnico para suplir a Miguel Ángel Ávila, que tras mucho meditarlo decidió cambiar de aires. «Rai se ha hecho a los jugadores y los jugadores a Rai. El equipo está sacando los puntos que más o menos suponíamos que podía sumar; luego, en los que hemos perdido puntos, el equipo ha competido bien. En todos excepto contra el Coria, que fue el más flojo».

El Diocesano inicia la segunda vuelta este domingo recibiendo al Montijo en los Campos Manolo Sánchez Delgado. Lo hará con un jugador nuevo en sus filas, Juan Ángel, procedente del Don Álvaro, aunque ya con pasado colegial. «Estuvo con nosotros en Preferente y viene a aportar su experiencia al club», dice Abreu.

Juvenil de División de Honor

Como el equipo de Tercera, el juvenil de División de Honor, la joya de la corona, también ha calcado prácticamente sus números de un año antes: 21 entonces, 20 ahora y décima posición en ambos casos. La diferencia, el peligro, el descenso, está más cerca ahora, a solo dos puntos. «Está costando más a pesar de tener un buen equipo», explica Abreu. «Creemos que este puede ser el segundo mejor equipo en individualidades que hemos tenido, pero nos está costando que el balón entre y también mantener la portería a cero». Eso es lo que está provocando las dificultades. «El equipo no se merece estar donde está, por juego no». Cerró el 2018 con dos victorias seguidas y espera mantener ahora esa línea. El sábado recibe al Leganés.

Al frente del juvenil continúa Adolfo Senso, también director deportivo del club, que en julio decidió seguir en el conjunto rojillo, aunque pendiente de alguna oferta que podía llegarle en cualquier momento. «Estamos felices y contentos con él», añade Abreu, que cree que para que lleguen los buenos resultados hay que dejar trabajar con calma.

Se congratula el dirigente colegial de que por fín se haya aprobado la ampliación de los Campos Manolo Sánchez Delgado, que pasará de dos campos de césped artificial a cuatro. «Es un empujón tremendo para el fútbol en Cáceres que llevamos necesitando mucho tiempo. Nos permitirá tener más recursos para poder entrenar y hacer las cosas mejor», apunta Abreu, que insiste en la idea de seguir consolidándo el Diocesano manteniendo su misma esencia.