Bayern Múnich e Inter de Milán tienen una cita con la historia este sábado (20.45, Canal Extremadura TV y TVE-1)) en el Santiago Bernabéu de Madrid, donde dirimirán una final de la Liga de Campeones inesperada e inédita en busca de la corona que entrega el Barcelona. Madrid está ya ´tomada´ por las aficiones de ambos equipos, que han cambiado la rutina de la capital española.

Treinta años después el coliseo madridista vuelve a convertirse en el epicentro del fútbol mundial, en el escenario del choque que designa al mejor equipo europeo del curso al que soñaba presentarse el Real Madrid, eliminado víctima de sus errores ante el Lyon en octavos, y el propio Barcelona, que sucumbió en semifinales ante el Inter del portugués Jose Mourinho.

El devenir de los acontecimientos ha incrementado, si cabe, el morbo del encuentro, por cuanto el técnico luso, aún ganando el título, puede convertirse en el entrenador del Madrid, y en ese caso lograría su segunda ´Champions´ en su próxima casa.

Dos jugadores holandeses, uno por bando, el interista Wesley Sneijder y Arjen Robben, en el lado bávaro, pueden coronarse en el feudo del que tuvieron que salir del Real Madrid por la puerta de atrás a principios de temporada. Algo similar les ocurre a los ahora interistas Samuel Eto´o, este de gloria barcelonista tras salir de la cantera blanca, Samuel y Esteban Cambiasso, todos con pasado madridista.

DUELO DE TECNICOS El choque se presenta además como un duelo de banquillos entre el ´maestro´ Louis van Gaal, que también sabe lo que es ganar la Liga de Campeones cuando dirigía al Ajax, y el ´alumno´ Mourinho. Ambos coincidieron en el Barça entre 1997 y 2000.

Bayern e Inter llegan a Madrid con el ´doblete doméstico´ bajo el brazo y, de ganar la Liga de Campeones, pueden repetir la gloriosa andadura azulgrana con las Supercopas y el Mundial de clubs. El conjunto bávaro persigue su quinto título tras enlazar tres en la década de los 70 y el último en Milán frente al Valencia en 2001, con lo que igualaría con el Liverpool en la tercera plaza histórica, y el Inter busca el tercero 45 años después de lograr ante el Benfica su segunda Copa de Europa seguida.