ESPAÑA: Edgar Vicedo (9), Darío Brizuela (8), Alberto Díaz (3), Juan Sebastián Saiz (12), Albert Homs (8) --cinco inicial-- Oriol Paulí (8), Adrián Chapela (0), Willy Hernangómez (11), Nacho Nogués (9), Josep Pérez (7), Javier Marín (11), Borja Mendía (0).

RUSIA: Krechetov (3), Kulagin (6), Annaev (1), Ilnitskiv (5), Kanygin (1) --cinco inicial-- Kashin (3), Voytov (6), Fedorchenko (0), Gankevich (11), Pershin (4), Desyatnikov (5), Karenin (2).

MARCADOR POR CUARTOS: 25-9, 37-23 (descanso), 57-37 y 79-47 (final).

ARBITROS: Reid y Aguilera. Sin eliminados.

Esta España sub-19 tiene muy buena pinta. Ayer empezó con una tremenda contundencia su participación en el Torneo Internacional Objetivo 2014, que se disputará en Cáceres hasta mañana. Pasó por encima de una potencia baloncestística como Rusia, como indica sin lugar a dudas el marcador (79-47). La fiesta de canastas juveniles continuará hoy en el Multiusos con otros dos encuentros, incluyendo el de la selección nacional ante Australia (20.00 horas).

Las promesas de Luis Guil hace unos días ("no somos un equipo muy físico, pero sí muy listo, que se quiere basar en la defensa y en correr") se cumplieron bastante. Sus chicos dejaron en unas cifras casi de risa a un oponente con muchos centímetros y muchos kilos, pero muy poco toque ante el aro. Para colmo, el rebote también lo dominaron los anfitriones (41-27).

Otro aspecto que quedó claro es que se trata de un grupo bastante coral, donde no hay nadie que absorba demasiado juego. Ocho jugadores anotaron entre 12 y 7 puntos. Sí manda bastante el madridista Willy Hernangómez, recién llegado de la final de la Liga Endesa y que irá creciendo a medida que avance su integración.

El partido no tuvo el aliciente de la igualdad, es cierto, pero el público --hay entrada gratuita, además-- se divirtió. Hubiese sido de agradecer un poco más de combatividad por parte de los rusos, que ya perdían al final del primer cuarto por 25-9. Al descanso habían contenido un poco la hemorragia (37-23), pero luego volvieron a hundirse hasta lo sonrojante del tanteo final. Mucho tendrán que mejorar para no hacer el ridículo en el inminente Mundial de la República Checa, para el que España se va cargando de esperanzas.