REPUBLICA CHECA - 0: Vaclik; Celutska, Suchy, Mazuch, Lecjaks; Gecov, Dockal, Vacha, Moravek (Kadlec, m. 62), Hlousek (Cerny, m. 77); y Pekhart (Kozak, m. 46).

ESPAÑA - 2: De Gea; Montoya, Botía, Domínguez, Didac Vila; Javi Martínez, Ander Herrera, Thiago, Mata (Nsue, m.88), Muniaín (Diego Capel, m.82); y Adrián (Parejo, m.73).

GOLES: 0-1, m.26: Adrián. 0-2, m.47: Adrián.

ARBITRO: Robert Schörgenhofer (AUT). Amonestó a Vacha (33), Kozák (62) y Mazuch (80) por la República Checa, y a Javi Martínez (25), Mata (25), Adrián (47) y Botía (53) por España.

INCIDENCIAS: Encuentro de la segunda jornada del Grupo B del Europeo sub-21.

La selección española encontró su estilo para acercarse a las semifinales del Europeo sub-21, superar la dureza de la República Checa, a la que cortó su racha sin perder un partido oficial desde septiembre de 2008, gracias a la conexión Juan Mata y Adrián, autor de los dos goles (0-2).

Era un día señalado para Mata. Ser campeón del mundo y bajar un escalón obliga a brillar. A asumir el peso de un grupo repleto de calidad. Sacó los galones a relucir y con libertad en el campo guió a España. Ayudó la magia de Thiago. Fue clave la entrada de Iker Muniaín. Y el remate de Adrián.

España necesitaba ganar y Luis Milla dio órdenes a sus jugadores. Prohibido dudar del estilo. Lanzar más a portería. En siete minutos ya habían chutado más que en todo el estreno. Profundidad y perseverancia en el costado izquierdo con Muniaín. Movilidad de Mata. Y el premio buscado por Adrián. Cuando más se dudaba de él aprovechó la primera. Arrancó Mata e inventó un pase entre líneas para que el deportivista definiese bien, cruzado (min. 26).

El meta checo sacó como pudo un disparo de Mata a tres metros (min. 28). Y a tres del descanso, vio como se marchaba rozando la escuadra un disparo colocado de Muniaín.

Para rozar la perfección España debía sentenciar. Y lo hizo nada más salir del vestuario tras el descanso. Otra combinación Mata-Adrián. Pase al hueco, a la carrera del delantero, que recorta y coloca un derechazo imparable ajustado al palo. El objetivo estaba cumplido. Aguantaron bien los chicos de Milla el paso del partido, sin apenas sufrir ante las pocas llegadas checas.