ESPAÑA: Reina; Puyol, Piqué, Albiol, Arbeloa; Busquets, Xavi Hernández, Cesc, Riera (Cazorla, m.79); Fernando Torres (Llorente, m.60) y Villa (Pablo Hernández, m.60).

SUDAFRICA: Sudáfrica: Khune; Gaxa, Mokoena, Booth, Masilela; Pienaar, Sibaya (Mashego, m.80), Mhlongo, Dikgacoi, Modise; y Parker (Tshabalala, m.90).

GOLES: 1-0, m.51: Villa. 2-0, m.71: Llorente.

ARBITRO: Howard Webb (ING). Mostró cartulinas amarillas a Albio y Piqué por España, y a Sibaya, Modise y Dikcagoi por Sudáfrica.

INCIDENCIAS: Encuentro correspondiente a la tercera jornada del Grupo A.

España asaltó la historia del fútbol para convertirse en la mejor por números, con su decimoquinta victoria consecutiva, ante el anfitrión, Sudáfrica, en la Copa Confederaciones, que le equipara a Brasil en la racha de partidos invicta gracias a los goles de Villa y Llorente (35).

El fútbol une culturas. En cada rincón del mundo se vive de una forma. En Sudáfrica la pasión se mide en el ruido. En el sonido continuo de las vuvucelas . El pitido de cualquier invento que genere ritmo para ser bailado desde la grada. En ese ambiente favorable al anfitrión, España impuso su estilo con momentos de tambaleo por la verticalidad de su rival pero agarrado a la hora de la verdad a la pegada de David Villa.

La Roja cerró la fase de grupos cumpliendo sus objetivos. Nueva Zelanda, Irak y Sudáfrica son rivales que exigían el triunfo y los hombres de Vicente Del Bosque cumplieron. Con brillantez en el debut, paciencia en la segunda cita y oficio ante el anfitrión.

Midió esfuerzos el seleccionador español, pensando en las semifinales cuyo pasaporte ya estaba sellado, pero mantuvo las señas de identidad sin dar descanso a Xavi Hernández, el cerebro de todo, ni a los delanteros. Mejor evitar una lucha de egos entre Torres y Villa.

REINA, OTRO ESPECTADOR Quedó una España parcheada por el descanso a los laterales titulares. Puyol y Arbeloa sustituyeron a Sergio Ramos y Capdevila sin ofrecer las mismas garantías. Sufrieron en los momentos en los que Pieenar subió una marcha al partido. Aunque Reina solo tuvo que intervenir en una sola ocasión, con todo sentenciado a tiro de Parker.

Es la selección española la que más toca en la Confederaciones y la que menos kilómetros hace por partido. Con Cesc Fábregas como cómplice del idioma que pone sobre el terreno de juego Xavi, España evitó la salida en tromba sudafricana amansando al rival con toque.

Teniendo el balón tres cuartas partes de los noventa minutos es complicado perder. Sumado a la habitual pegada de dos devoradores de área explican la racha, aunque en el primer acto Villa y Torres no encontraron la forma de inquietar a Khune.

En un pueblo como el sudafricano donde aún existen rescoldos del apartheid, todos los seguidores adoran al único titular blanco, el expeditivo Booth. El abucheo de la grada a cada balón que toca no es un grito de racismo sino de admiración en la pronunciación de su nombre. Crecido, fue duro en su marcaje a Torres.

El partido de más exigencia para España repetía filosofía en su rival. Encerrado en su terreno, Sudáfrica se basó en el contragolpe con Pieenar como figura clave y la pelea de Parker arriba. Exigió la mejor versión de Piqué y Albiol. Contundentes. Rápidos al corte.

Una falta lejana camino de la escuadra de Riera, dos remates de Villa y un mano a mano de Torres, que sacó con la manopla derecha Khune, fue el balance ofensivo de la Roja antes de minutos de titubeo. Pero en la reanudación España salió decidida a por el partido. A por el primer puesto del grupo. Xavi avisó a balón parado, antes de que Villa conectase con Cesc, derribado con claridad dentro del área por Mokoena en el minuto 50. Villa lanzó y falló, pero dos minutos después se desquitó.