La selección española sub´17 volverá a luchar por el título continental, en esta oportunidad frente a Francia, tras deshacerse ayer de Inglaterra de forma agónica, con un penalti muy protestado por el cuadro de John Peacock en el último minuto que transformó la gran estrella hispana, el medio del Arsenal Cesc Fábregas.

Si contra el cuadro galo en la primera fase la mala fortuna traicionó al equipo de Juan Santisteban, en esta oportunidad se presentó la buena suerte en forma del penalti que decretó el colegiado del capitán inglés, Mark Noble, por agarrón al sevillista Diego Capel que se disponía a controlar un balón del villarrealense Jonathan Pereira en un inesperado contragolpe, y que rubricó Cesc de manera inapelable tras las airadas quejas de los rivales.

Esta acción decantó un partido muy complicado para una selección española que había comenzado de forma autoritaria, brillante y eficaz, y que luego sufrió mucho para evitar que Inglaterra se hiciera con el mando en el marcador. Con anterioridad, Marcos adelantó a la selección española en el minuto 10. En el 19, sería el británico Reid el encargado de empatar.