La explosión que en la madrugada del sábado causó importantes daños materiales en una de las entradas del estadio Luis II de Mónaco, así como en un edificio anexo de las instalaciones deportivas, fue de origen criminal.

La explosión, que se produjo hacia las 2.00 y en la que no hubo víctimas, la provocó un artefacto sobre cuya naturaleza los investigadores no dieron más datos.

Antes de que se confirmara que se trató de un atentado, el Gobierno del principado había indicado en un comunicado que como consecuencia de la explosión hubo "importantes daños materiales limitados a la entrada H del Estadio" y a las fachadas del edificio anexo donde se encuentran las oficinas y los talleres. Las fuerzas del orden no han hecho manifestación alguna sobre la autoría o el móvil y señalan que no se ha recibido ninguna reivindicación.