Los dos nadadores extremeños que participaban en el Trofeo Villa de Gijón completaron una excelente actuación, totalizando cinco victorias. Tanto la emeritense Paloma Marrero (tres) como el placentino César Castro (dos) salieron muy contentos de sus respectivas actuaciones, teniendo en cuenta además de que lo hicieron en una clásica competición organizada por el club en el que militan ahora, el Club Natación Santa Olaya.

El caso de Castro resulta probablemente el más especial de los dos por las connotaciones que tenía. Tras un largo periodo sin competir por problemas físicos y en plena reconversión hacia distancias más cortas, en Gijón empezó a demostrar que está marchando en el buen camino. Se impuso con cierta holgura respecto a sus rivales tanto en los 100 metros libre como en los 200, dando la impresión de sentirse muy a gusto en el agua. En los 100 marcó un tiempo de 51.10, mientras que en los 200 paró el crono en 1:52.29.

Mientras, para Paloma Marrero ganar se está convirtiendo en una costumbre desde que regresó de su periplo universitario en Akron (Ohio, Estados Unidos). No encontró oponente en las tres pruebas de braza, su gran especialidad, en las que se inscribió. En 50 firmó un registro de 33.33, en 100 uno de 1:11.54 y en en 200, 2:33.17.