El Extreamdura UD de fútbol profesional reporta más a la región que lo que recibe de ella. Ese es el pensamiento que hay en la cabeza de la directiva azulgrana, que de vez en cuando ha lanzado algún órdago encaminado a los que mandan arriba, pero que ayer más que un dardo, realizó una reflexión con números en la mesa y realidades en la calle del escaso apoyo que recibe el club de las administraciones en cuestión de patrocinios.

Fue el presidente del Extremadura, Manuel Franganillo, el encargado de alzar la voz en una rueda de prensa en la que ofreció todos los detalles de la ampliación de capital social del Extremadura UD para la conversión definitiva en Sociedad Anónima Deportiva, tal y como le exigió el Consejo Superior de Deportes.

El año pasado (primero del Extremadura en Segunda División), el club recibió 130.000 euros de la Junta, 60.000 euros de la Diputación de Badajoz y 220.000 euros del ayuntamiento de Almendralejo. Todo este dinero se hizo en contratos de patrocinio, marco legal que permite LaLiga para ingresar fondos de las administraciones públicas.

GRAN RETORNO / Las cantidades, al Extremadura, le resultan insuficiente si las compara con las que puede revertir el club a las arcas regionales en varios conceptos o si las compara con otras ayudas en patrocinio que la Junta, particularmente, ha otorgado en años anteriores a clubs que están, incluso, en categorías menos mediatizadas que la Segunda División de fútbol.

Sobre la primera cuestión, Franganillo destacó que el Extremadura ha dejado sólo en IRPF la cantidad de dos millones de euros, otro 1,5 millones en impuestos de IVA y casi otro millón más en Seguridad Social. Subrayó que el club cuenta a día de hoy con más de 100 puestos de trabajo y, cada fin de semana, provoca una tormenta de empleos más de forma indirecta en muchas empresas que se nutren del fenómeno fútbol en la ciudad, comarca y región. «Yo no soy político, soy economista, y creo que con las grandes empresas hay que apostar porque terminan generando ingresos que revierten en la sociedad extremeña. Si comparamos las cantidades que nos dan con las que generamos, veremos que estamos perdiendo dinero para la comunidad extremeña. Es una cuestión matemática y de inteligencia económica».

Máximo accionista / Manuel Franganillo también confirmó que será el máximo accionista del Extremadura a través de una sociedad llamada Cinfranro, de la que tiene el 100% de las acciones. Esta sociedad cuenta con el 51% de acciones del Extremadura. La otra parte (49%) la ostenta una empresa llamada Viriato Sport, de la que el 90% de las acciones son de la familia Oliver y el resto de otros inversores.

Tras una ampliación de capital social de más de tres millones de euros, el capital social del Extremadura se cifra a día de hoy en 3.246.206 euros. Franganillo dejó claro que estas cantidades no se pueden utilizar para engordar el límite salarial y lo que hacen es fijar un dinero que garantiza la viabilidad del club y el pago a proveedores.

El presidente azulgrana quiso destacar también el papel jugado en la operación por Cajalmendralejo, entidad que ha coordinado el proceso junto con el club. También ha agradecido a la familia Oliver el compromiso de seguir en el proyecto. «No hay problema porque yo tenga el 51% de acciones. La relación con la familia Oliver es agradable. Estamos condenados a ir de la mano en el futuro, pase lo que pase».

En las próximas fechas habrá reuniones con las administraciones. El Extremadura espera un apoyo más decidido.