Tres saques directos consecutivos sellaron la victoria del estadounidense Andy Roddick sobre el español Juan Carlos Ferrero, por un contundente 6-3 y 6-4, en la final del Masters Series de Cincinnati. Roddick conectó en total 17 aces , y esa fue el arma definitiva para que el ahora pupilo en la distancia de Jimmy Connors se hiciera con el título 21 de su carrera, y el primero desde que en octubre del pasado año lograra el último en Lyon (Francia), al vencer al francés Gael Monfills en la final.

La excelente semana de Ferrero no tuvo el final feliz deseado por él y su entrenador José Perlas. Dejar en la cuneta a tres jugadores situados entre los diez primeros del mundo, el estadounidense James Blake y los españoles, Rafael Nadal y Tommy Robredo en el mismo torneo, fue una gran hazaña pero intentar el último objetivo ante Roddick, su verdugo en la final del Abierto de Estados Unidos del 2003, se convirtió en un suplicio.

El martirio de Ferrero comenzó demasiado pronto, pues Roddick encadenó ya en el primer juego del partido cuatro saques directos. Y ese poderoso servicio siguió acosando al español durante los 70 minutos del partido. El encuentro anterior contra Fernando González había sido una buena piedra de toque para el estadounidense que ante el chileno sólo dejó escapar tres puntos con su primer servicio. Ese entrenamiento sirvió de forma especial contra Ferrero. También la experiencia del jugador de Omaha, finalista el pasado año aquí contra el suizo Roger Federer, pesó durante el duelo en todo momento.