La FIFA decidió ayer que no es posible repetir el partido disputado el pasado miércoles entre Francia e Irlanda, cuando los galos se clasificaron para el Mundial de 2010 tras un gol obtenido gracias a una evidente mano del delantero Thierry Henry.

"El resultado del partido no puede ser cambiado y el partido no puede volver a jugarse. Como se menciona claramente en las reglas del juego, durante los partidos las decisiones son adoptadas por el árbitro y esas decisiones son definitivas", señaló la FIFA en un comunicado. La decisión era en respuesta a la petición oficial enviada por Irlanda.

Sin embargo, el principal protagonista de toda la polémica el delantero francés Thierry Henry, aseguró que "repetir el partido sería la solución más equitativa".

"No soy un tramposo y nunca lo he sido. Fue una reacción instintiva a un balón que llegaba extremadamente rápido en un área de penalti muy poblada", explicó Henry en un comunicado enviado a un canal de televisión británico.

Con la misma sensación de querer repetir el partido se levantó ayer Francia, antes de conocer la decisión de la FIFA. La ministra francesa de Economía, Christine Lagarde, se mostró tajante al asegurar que "sería bueno que se volviera a jugar el partido". "Estoy muy contenta de que Francia esté en el Mundial, pero es muy triste haberse clasificado con esta trampa", afirmó. El presidente, Nicolas Sarkozy, se negó a pronunciarse.