No es un amistoso, recalcó Pep Guardiola. Pero la cita de esta noche frente al Shakhtar Donetz que cierra la liguilla de la Champions es lo más parecido a un trámite en el denso calendario oficial del Barça. Un trámite porque el equipo ha acabado los deberes antes de tiempo, asegurada la clasificación y el primer puesto del grupo, y porque el resultado carece de importancia alguna, más allá de la posibilidad de sumar el 21 partido invicto. "No es un amistoso", insistió Guardiola. No lo es para el tesorero del club, que ya habrá ideado un destino para los 600.000 euros que reportará la victoria. Tampoco lo es para los canteranos que hoy tendrán una oportunidad.