Roberto Heras remató con una gran lección de fuerza la estrategia de su equipo, el Liberty, y además de ganar en solitario en la cima de Valgrande Pajares dejó la Vuelta sentenciada para obtener su cuarto título, lo que le colocaría al frente del palmarés. El segedano del Fassa Bortolo, Julián Sánchez Pimienta, fue uno de los protagonistas de la etapa y entró en meta en la decimosexta posición.

Volvió el mejor Heras en la última oportunidad con final en alto y no falló. Salió el escalador de raza, explosivo, capaz de reventar una carrera después de una emboscada de todo el Liberty desde el descenso de la Colladiella. Después de varios intentos consiguió dejar KO a Menchov, que, hundido, llegó a meta a 5.15, un retraso que le aleja del sueño.

Heras, de 31 años, apareció en solitario en la cumbre, en medio de la niebla y bajo la lluvia, tras completar con un tiempo de 4h.53.53 el trayecto de la decimoquinta etapa entre Cangas de Onís y Valgrande Pajares.

Samuel Sánchez (Euskaltel), el asturiano que ganó en Ampuero pasó a continuación a 32 segundos y en tercer lugar a 46 lo hizo Javier Pascual (Comunidad Valenciana), seguido de su compañero de filas Carlos García Quesada a 3.12. Su tocayo Sastre a 3.47 Sastre y Paco Mancebo se llevó 4.47, por lo que perdió en tercer puesto de la general.

OFENSIVA DECISIVA El destrozo de Heras en la última oportunidad de soltar a Menchov dejó la Vuelta sentenciada para subir a lo más alto del cajón de Madrid por cuarta vez. Descansará en León con un colchón de 4.30 minutos sobre el ruso del Rabobank y de 4.50 respecto a Carlos Sastre, un trío que posiblemente coincida, por este orden, con la foto del podio el próximo día 18. Mancebo es cuarto, ya a 6.45, lejos de la pomada y Carlos García Quesada quinto a 8.02.

La estrategia y el trabajo en equipo dieron un resultado perfecto en el último asalto de montaña. Saiz y sus muchachos hablaron de táctica por la mañana y el trabajo estaba claro. Mandar hombres por delante en una escapada numerosa, un demarraje del líder en la Colladiella, cuya cima estaba en el kilómetro 137, para soltar a Menchov y luego volando hacia la meta con ayuda de compañeros que andaban en avanzadilla más los que escoltaban al campeón.

Dicho y hecho, pero con alguna paradoja. Después de no encontrar la manera de deshacerse de Menchov en las etapas de Pirineos y en los Lagos, el golpe decisivo no se produjo en un ascenso, sino en el peligroso descenso de La Colladiella, puerto que desde hoy tendrá un hueco en la historia de la Vuelta.

Liberty había mandado a la escapada a Beloki y Caruso y por detrás, Scarponi y Vicioso se quedaron de vigías. A un kilómetro del alto saltó Heras y se le pegaron Sastre y Menchov. En el descenso el bejarano se soltó a tumba abierta y ahí fue donde empezó a abrirse la brecha. Un puñado de segundos fueron suficientes para colocar los cimientos. Abajo estaban esperando los cómplices para que un pequeño margen de tiempo se convirtiera en una sangría para un líder que se encaminaba hacia el calvario.

A 12 kilómetros de meta, Heras y Scarponi ya formaban parte del grupo de sobrevivientes de la escapada del día. El italiano, un día más formidable, impuso un ritmo infernal para reducir la cabeza de carrera a 6 hombres, entre los que aguantaron Samuel Sánchez, Javier Pascual, Ardila y Carlos García Quesada.

PESE A LAS HERIDAS A 6 de meta se desfondó Scarponi y se inauguró la exhibición de Heras en su mejor versión. Con la rodilla vendada soltó un demarraje seco en medio del diluvio que le puso en la senda de la etapa y de la cuarta Vuelta. Menchov ya perdía más de tres minutos y esas noticias, a pesar de la rampa del 17 por ciento, envalentonó al salmantino, que levitaba hacia la cima.

A partir de ese momento paseo triunfal en las condiciones épicas que hacen grande al ciclismo, que por fin vivía una jornada en la que pasaba algo, con un ataque de los que despiertan a los aficionados de la siesta. Era Roberto Heras, el vencedor de Valdelinares, el que sufrió una caída camino de Burgos que casi le manda a casa. El ciclista que resucitaba al toque final de campana, el mismo que escribió una página inolvidable en el apartado emboscadas, tema del que sabe mucho su director, Manolo Saiz. "Tengo una renta importante y con este equipo estoy tranquilo", dijo el de Béjar.