Rafa Martínez se echó ayer sobre los hombros la historia de la gimnasia masculina española y la subió de golpe ocho peldaños, los que separan el decimotercer puesto logrado por Jesús Carballo en Atlanta-96, el mejor hasta el momento, del quinto que él obtuvo en la final individual de Atenas.

Nunca otro español había llegado tan alto en el concurso múltiple, que reúne a los gimnastas más completos en el conjunto de los seis aparatos.

Entre esa élite mundial destacó el estadounidense Paul Hamm, que ganó la medalla de oro con 57,823 puntos. El resto del podio fue surcoreano, Dae Eun Kim, plata (57,811), y Tae Young Yang, bronce (57,774).

El seleccionador, Alvaro Montesinos, acertó al decir que Rafa estaba en el mismo estado de forma que cuando se proclamó subcampeón de Europa.