Sevilla está que arde. Mucho más que Barcelona. El Sevilla y el Betis consideran que sufren una persecución injustificada por parte de todos los comités. El Sevilla vio confirmado anoche el cierre de su estadio, el Sánchez Pzjuán, por cuatro partidos mientras que el Betis ve complicada su excelente trayectoria deportiva por culpa de dos duras sanciones a sus dos mejores jugadores, Joaquín y Denilson, en principio de tres y cuatro partidos, respectivamente.

"Estoy indignado porque se ha mantenido una sanción que desde el principio hemos considerado injusta, pues el Sevilla no puede ser responsable de lo que le ocurrió al guarda jurado agredido", comentó en la noche del viernes José María del Nido, presidente de la entidad andaluza, en alusión a la agresión que sufrió Prats en el derbi disputado en el campo del Sevilla. "El Betis", declaró Manuel Castaño, consejero del club de Ruiz de Lopera, "se siente discriminado".

EXILIADOS EN CADIZ

Del Nido aseguró, minutos después de conocer la confirmación del cierre del Sánchez Pizjuán por parte del Comité Español de Disciplina Deportiva (CEDD), que el encuentro Sevilla-Mallorca, que debe disputarse el primer domingo del próximo mes de enero, se jugará a las 12.00 horas en el estadio Carranza de Cádiz.

El lío de los comités se hace aún más patente en el caso de las sanciones a Joaquín y Denilson. El canterano fue castigado con tres partidos, reducidos a dos por el Comité de Apelación y que, finalmente, quedó reducido a uno ya que el CEDD le dio la cautelar y pudo jugar ante Osasuna el pasado domingo.