Lleva un año en el Cáceres, pero jugando en su filial, el Baños de Montemayor. Ahora por fin puede hacerlo en el primer equipo después de haberse criado en el extinto Cáceres CB y pasar por media Extremadura (Plasencia, Mérida, Doncel...). Se sabe a ciencia cierta lo que aportará: una rotunda presencia interior, mucha capacidad para chocar, trabajo sucio y pocas ganas de protagonismo, además de un carácter abierto y bromista de los que, como suele decirse, hacen vestuario.

Conejero será, además, el capitán, tomando el relevo de Pedro Robles. Después de varios años sin cacereños en la primera plantilla, su incorporación y la de Ferreiro caían por su propio peso en una categoría como esta, pero no simplemente por ser de la casa.