Para el Extremadura, el partido tiene aroma de finalísima en el Estadio Romano. Los azulgranas han vuelto a vivir una semana de cambios dentro de una convulsa temporada que le han vuelto a cambiar el ánimo. La derrota en Badajoz había hundido a la parroquia almendralejense, pero la vuelta de Sabas y la posibilidad de que Enric Gallego pueda jugar el encuentro han volteado el estado de ánimo.

Juan Sabas apenas ha realizado cuatro sesiones de entrenamiento. Para el preparador madrileño está claro que «los protagonistas son los jugadores. Yo voy a ayudarles en otros aspectos que también son importantes. Pero ellos son los que juegan y los que van a sacar esto adelante». Ha reconocido que se encontró un «ambiente pesimista», pero que ya le ocurrió lo mismo el pasado año y tiene claro que, en este tipo de situaciones, «hay que ser más positivos que nunca».

Para el envite de hoy, el Extremadura tiene las bajas seguras de los lesionados Willy y Airam Benito. La mejor noticia es la recuperación total de Aitor, quien después de dos meses lesionado vuelve a una convocatoria e, incluso, tiene opciones de ser titular. También tiene opciones de volver al verde, Pardo. El valenciano ha mejorado ostensiblemente esta semana de sus fascitis plantar y cuenta con opciones de ser titular.

Sabas ha comentado que «antes de llegar a Almendralejo tenía un once en la cabeza, pero después de visualizarlo todo está claro que hay cambios. Decidiremos antes del encuentro» El preparador azulgrana ha convocado a todos los disponibles dada la cercanía con Mérida.

Sobre el partido, tiene claro que «jugaremos ante un gran estadio y un gran rival. Ellos, como nosotros, se están jugando la vida y está claro que será una guerra». El entrenador no se ha olvidado de sus dos años en la capital autonómica: «guardo cariño a ese club, aunque ahora defiendo al Extremadura».

Cerca de un millar de almendralejenses arroparán al Extremadura en el Romano. La mayoría viajarán tras el almuerzo en sus vehículos particulares. Los valientes no han perdido la fe y esperan que su equipo les tenga reservada una alegría.