Mérida UD: Ortiz; David Pozo (Mendo, min. 70), Nandi, Charly, Ito; Francis, Emilio Tienza, Borja (Carrasco, min. 78); Juanan, Lauri y Ordóñez (Angelito, min. 46).

Imperio de Mérida: Juli; José Angel, Raúl Morales, Fabio (Joaqui Barrios, min. 46), Paredes; Chico, David Mora, Paquito (Vilorta, min. 59), Piji, Cristian; y Silva (Fata, min. 83).

Arbitro: Conejero Sánchez, de Plasencia. Expulsó con roja directa a Raúl Morales (min. 18), del Imperio. Además, mostró amarillas a Ito por los locales y a Chico, Vilorta y David Mora por los visitantes.

Gol: 0-1: min. 19: Silva.

Incidencias: Alrededor de 500 espectadores en el estadio Romano de Mérida. Angel Calle, alcalde de Mérida, presidió el palco. Terreno de juego en buenas condiciones.

Nunca una expulsión había beneficiado tanto al equipo que la sufre como la que padecieron ayer Raúl Morales y el Imperio en el Romano. A lo mejor, con el lateral sobre el césped, los de Pacomio hubieran ganado más claramente, o a lo mejor hubieran perdido de forma rotunda, o a lo mejor se hubiera suspendido el duelo. Quién sabe. Pero fue claro que la expulsión motivó más a los imperialistas, que doblegaron esfuerzos, y precipitó más el juego del Mérida, que acabó con crisis de ansiedad (0-1).

Hasta el minuto 18, el Mérida había avisado con ocasiones claras de Juanan y Ordóñez y el Imperio había hecho lo propio con un cabezazo al palo de David Mora. Pero tras la expulsión de Raúl Morales, algo rigurosa, el Imperio se adelantó con un gol desde el medio del campo de Silva, controló durante varios minutos el centro del campo y maniató las acciones ofensivas del Mérida.

Ubicados por fin bajo la nueva situación del partido, los emeritenses comenzaron a crear más ocasiones de gol que el Imperio. Pero a los de Bernardo les sigue fallando la puntería, mientras que a los de Pacomio la efectividad les sonrió ayer. Y de qué manera. Eso sí, mientras que el Mérida atacaba con más empuje que juego, el Imperio se defendía de forma sobresaliente. Tanto Cristian en el lateral izquierdo, supliendo la ausencia de Raúl Morales, como Barrios en el centro, que sustituyó a un Fabio que se marchó lesionado al descanso, encajaron a la perfección en el trabajo defensivo de todo el equipo. No le quedó al Mérida otra que bombear más balones de lo que hubiera deseado su entrenador. Pero entre Juli y las malas decisiones en el disparo final de sus jugadores, el Mérida acabó cediendo ante un Imperio que fue más orden y sacrificio que fútbol. Pero así también vale.