Sólo faltó que el día hubiese acompañado, pero los miles de aficionados al motor que ayer se dieron cita a lo largo de los distintos tramos cronometrados y en los aledaños del recinto hípico de Cáceres disfrutaron de un deporte que cada vez tiene más adeptos y que es puro espectáculo.

El público cacereño ya se ha familiarizado con el mundillo y sabe cómo debe acudir a ver los distintos tramos y dónde colocarse, aunque siempre hay algún inconsciente que cruza cuando no debe o se coloca al contrario de lo que establecen las normas de seguimiento para las competiciones automovilísticas.

Motos y coches compartieron protagonismo a lo largo de la jornada, aunque algún tramo quedó anulado para las motos por las dificultades que se fueron generando por la climatología adversa. La lluvia hizo mella y la tierra no tardó en convertirse en un auténtico barrizal en algunas zonas de los tramos cercanos a la ermita de la Virgen del Prado, próxima a Casar de Cáceres, y entre Malpartida de Cáceres y la capital. Esta circunstancia obligó a la retirada de algunos participantes, como la que protagonizaron Amador Vidal y su copiloto Francisco Lema, con un Mitsubishi Lancer. Pusieron pie a tierra por la rotura del motor de su vehículo cuando atravesaban un charco que resultaba espectacular para los aficionados al levantarse una cortina grande de agua por la velocidad de los coches.

El título, en juego

Mientras los aficionados disfrutaban a los lados de los caminos, los pilotos mostraban al finalizar cada tramo su estado de nervios y la concentración propia de una prueba del campeonato de España con el título en juego. Dani Solá, Alex Villanueva o Joan Vinyes eran buena prueba de ello. Villanueva demostró su templanza y nunca se puso nervioso por la buena marcha de sus rivales. Sabía que con hacer un buen papel le bastaba para anotarse el título de campeón de España. Así fue finalmente, pues Alexander Villanueva Ruiz acabó disfrutando finalmente del objetivo con el que había llegado a Cáceres, el campeonato nacional de Rallys de Tierra.

Alex Crivillé llamó la atención por ser muy conocido, pero también por ser ya un consumado especialista, algo similar a lo que ocurre con el dakariano Nani Roma. Se rindió homenaje a Isidre Esteve, que finalmente no participó por la muerte de su padre.

Dani Solá se alzó con el triunfo en el día de ayer, pero el que más disfrutó fue Alex Villanueva por su campeonato. Comentaba tras el éxito que este año optó por la "regularidad y me ha acabado dando resultado", en alusión a su táctica de la temporada. Por su parte, Solá dijo que "a pesar de la climatología, todo ha funcionado bien".

En motos también hubo espectáculo. El codo a codo entre Marc Guasch y Gerard Farrés está siendo muy interesante. También aportó su granito de arena el piloto local Juan Carlos Criado.