Julio Cobos, el hombre de referencia del Cacereño en el centro del campo, estará de baja por tiempo indefinido, a la espera de nuevos exámenes hoy. La luxación de la clavícula derecha que se produjo durante el choque del domingo ante el Sevilla B supone el primer contratiempo grave para el conjunto de Ismael Díaz, que mañana mismo (21.00 horas) juega en casa frente al Corralejo.
Cobos sufrió más directamente que ninguno de sus compañeros la violencia con la que, según el Cacereño, se empleó el filial sevillista. Su entrenador sugirió ayer en distintos medios que la lesión se había producido incluso de manera intencionada. "Fue una entrada por detrás y el jugador rival no podía llegar al balón. Caí en mala postura", resumió ayer Cobos.
Las radiografías han descartado la fractura, como se temía en principio, aunque la luxación también ocasiona un serio contratiempo al equipo, que sin Cobos pierde al generador de buena parte de su torrente ofensivo. El equipo apenas contabilizó ocasiones en Sevilla, aunque su entrenador insistiese en analizar la derrota aludiendo más al arbitraje, al calor y a los desajustes del inicio liguero.
Pablo ocupó el puesto en el campo de Cobos durante los 70 minutos que faltó del campo, aunque Díaz dispone de más opciones dentro de su plantilla. También hay que buscarle sustituto a Jurado, que fue expulsado durante los minutos finales del choque. En el lado positivo se encuentra Enrique, cuya recuperación va por cauces optimistas y que tiene opciones de estar mañana sobre el césped. Su presencia en la banda derecha se perfila, un año más, como fundamental en el entramado ofensivo.
LIGA DE PEÑAS
Por otro lado, la Peña Los Castúos anunció ayer que asistió, junto a la Peña Verdiblanca, a una reciente reunión en Mérida junto a colectivos de los otros cinco equipos extremeños de Segunda B. El objetivo era crear una liga de peñas en la región, una iniciativa que sería inédita a nivel nacional. Habría partidos y convivencia entre los hinchas de los distintos clubs cuando éstos se enfrentasen.
