La plantilla del Real Madrid, a las órdenes de Vanderlei Luxemburgo, cumplió ayer su primera jornada de trabajo por la mañana y por la tarde, siete horas y media en total, con el italiano Arrigo Sacchi, director de fútbol, en el banquillo.

Sacchi bajó al césped y se sentó en el banquillo de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas mientras Luxemburgo dirigía la sesión vespertina desde el césped junto a Antonio Melo, preparador físico, y Marco Teixeira, segundo entrenador.

El entrenamiento de la tarde fue eminentemente técnico en el que los jugadores tuvieron contacto con el balón durante los sesenta minutos.

Los primeros minutos fueron de trabajo individual técnico y después, la plantilla disputó un partido sin porterías en el que el equipo que daba diez toques seguidos marcaba un gol.

Eso hacía que el rival, aparte de ponerse por debajo en el marcador, tuviera que realizar una sesión de abdominales.

Tras esto, Luxemburgo dio por concluido el entrenamiento tras siete horas y media de jornada de trabajo, puesto que los futbolistas llegaron a la Ciudad del Fútbol a las diez y media de la mañana.

En ese momento, Sacchi y el preparador brasileño se quedaron dialogando durante varios minutos e intercambiando impresiones. Mientras la plantilla se marchaba a la ducha, el inglés David Beckham se probó en lanzamientos de falta desde la frontal del área con Raúl González como improvisado portero.

En la jornada de hoy, se repetirá el mismo horario, el día previo al enfrentamiento contra la Real Sociedad en el Santiago Bernabéu para jugar los seis minutos que no se pudieron disputar en el partido de hace tres semanas por una amenaza de bomba.

RONALDO SUFRE Antes, en la sesión de la mañana, Ronaldo acabó agotado tras la paliza física a la que se sometió a la plantilla blanca, en la que no hubo contacto con el balón.

La sesión no fue dirigida por el entrenador madridista, que siempre se queda en un segundo plano. Marco Teixeira, segundo entrenador, y Antonio Melo, preparador físico, programaron un entrenamiento muy intenso con series de carreras progresivas en esfuerzo y regresivas en tiempo de trabajo. En estas sesiones, Ronaldo se quedó rezagado de su grupo aunque las acabó todas, siempre bajo la atenta mirada de su entrenador.