El Real Madrid afronta ante el Real Valladolid en el estadio Santiago Bernabéu el examen de los modestos, aleccionado por su derrota en Almería y confiado en prolongar su racha triunfal como local pese a las siete bajas con las que cuenta Schuster.

El Real Madrid ha convertido la derrota en Almería en el toque de atención necesario para evitar excesos de confianza. Ante el Valladolid será el momento de demostrarlo, pese a que las circunstancias no favorecen al conjunto blanco.

Suelen ser los partidos más temidos por Schuster. Cada encuentro posterior a la salida masiva de sus futbolistas internacionales, que se reparten en viajes por todo el mundo, siempre llevan una carga especial de avisos pero no de ensayos, ante la imposibilidad de realizar entrenamientos previos al duelo liguero.

Gonzalo Higuaín probablemente será suplente, pese a la baja por lesión de Ruud Van Nistelrooy. Schuster tenía decidido que el argentino fuese su sustituto pero tras llegar cansado de jugar con Argentina, sus posibilidades han disminuido y Baptista se perfila como el elegido, adelantando su posición.

La ausencia del holandés está acompañada por la de Heinze, Pepe, Metzelder, Torres y Saviola, más Sneijder, sancionado.

Los problemas de Schuster afectan principalmente a la defensa donde sólo cuenta con cuatro futbolistas. Salgado, Ramos, Cannavaro y Marcelo no tendrán sustituto en el banquillo.

Mientras, el Real Valladolid viajó con el objetivo de poner fin a su secuencia de malos resultados, que comenzó con la eliminación en copa ante el Atlético de Madrid y siguió con dos derrotas consecutivas en liga ante Depor y Valencia. El búlgaro Manchev y el argentino Aguirre, refuerzos del mercado invernal, son novedad en el equipo.