La importancia de no bajar nunca los brazos... y/o de emplearse a fondo para maquillar un marcador. Lo que parecía que podía ser una masacre para el Nissan Al-Qázeres Extremadura se acabó convirtiendo en una tarde esperanzadora gracias a un último cuarto en el que sus jugadoras demostraron amor propio. La lógica se impuso (62-74 para el líder, el Spar Citylift Girona), pero hubo mensajes de que hay vida en ese vestuario. Así será más fácil afrontar los siguientes partidos, en los que sí habrá opciones de victoria.

Lo cierto es que si hubiese que contar el partido por sus 30 primeros minutos no habría muchos argumentos para la esperanza en lo que era el debut del nuevo entrenador de las cacereñas, Ángel Fernández. Es obvio que contra el Girona, aspirante a derrocar al Perfumerías Avenida en el trono del basket femenino nacional, todo resulta complicado, pero el Al-Qázeres siguió transmitiendo la tristeza que la ha caracterizado en el último mes. Mucha cara larga entre las jugadoras, pocos gestos de ánimo cuando había un error, escasa complicidad.

El inicio en sí fue bueno (10-10, min. 6), pero cuando las catalanas apretaron el acelerador se encontraron una autopista libre de obstáculos. Por lo que se ve, las ideas de Fernández pasan por jugar más lento, apurando las posesiones a la búsqueda de un buen tiro, aunque a veces hay un exceso de bota-bota. También se persigue alcanzar un nivel defensivo superior, lo cual no es sencillo con el tipo de jugadoras que tiene en su núcleo principal. La pequeña ventaja al final del primer cuarto de las catalanas (12-18) se vio ampliada súbitamente en el segundo (12-29, min. 13). La asfixia ofensiva del Al-Qázeres, con Pao Ferrari especialmente cegada de cara al aro, se hacía evidente al descanso con el 25-43. Daba la impresión de que habría que sacar el paraguas.

HUNDIMIENTO Y REACCIÓN / Al regreso de vestuarios siguió mascándose una derrota de las feas, y más todavía cuando Akela Maize pareció lesionarse de cierta gravedad. Sin mirar a canasta, Laia Palau, desde la atalaya de sus 39 años, dominaba el partido a su antojo y dos jugadoras que pasaron por Cáceres en el pasado, Roso Buch y Leia Dongue, demostraban su calidad, aunque la que más daño hacía era sin duda Eshaya Murphy. Qué barbaridad.

Aparecieron por primera vez en la pista María Romero y Elena Corrales mientras que el ‘baño’ estaba resultando mayúsculo, más allá del propio marcador. Sin embargo, al inicio del último cuarto, con 38-63, sucedió lo que varía la lectura que se pueda realizar de la tarde: el Al-Qázeres, en lugar de dejarse ir y asumir la paliza, se rebeló y empezó a presionar con agresividad, a robar balones, a atacar el aro rival con otro espíritu. Fue un gustazo meterle un parcial de 14-0 a todo un equipazo como el Girona, con Ferrari haciendo uso de sus galones y la alegría extra de que Maize tranquilizaba a todos volviendo incluso al parquet. Por momentos, las locales volvieron a irradiar alegría y unidad. Es el camino que hay que seguir porque desde luego la lucha por el objetivo de los ‘playoffs’ no está lejos.

La diferencia llegó a bajar de diez puntos (60-69, a 2:27), obligando al Girona a apretar. Daba igual ya: el primer partido no se ganó, pero el segundo, el de las sensaciones y el sombra aquí y sobra allá, sí.

al-qázeres 62

girona 74

3Marcador por cuartos: 12-18, 27-48 (descanso), 38-51 y 62-74 (final).

3Árbitros: Sánchez, Langa y González. Eliminada: Ocete (min. 40).

3Pabellón: Serrano Macayo.

3Espectadores: 650.

3Nissan Al-Qázeres Extremadura: Gaby Ocete (6), Paola Ferrari (17), Roneeka Hodges (13), Paula Ginzo (6), Akela Maize (11) -cinco inicial- María Romero (0), Carla Nascimento (3), Elena Corrales (2), Miriam Forasté (4).

3Spar Citylift Girona: Nuria Martínez (3), Laia Palau (0), Eshaya Murphy (23), Keisha Hampton (15), Julia Reisingerova (9) -cinco inicial- Roso Buch (7), Helena Oma (4), Leia Donge (7), Nadia Colhado (5).