Todo empezó en la montaña de Montjuïc. Era 1968. A lomos de una velocísima Bultaco 125cc, ¡que tiempos aquellos! Salvador Cañellas ganó el gran premio que se corrió en el trazado urbano, convirtiéndose en el primer español que inauguraba la lista de vencedores en el Mundial de motociclismo. Ese libro de oro goza, desde ayer, de nuevo inquilino. Se llama Marc Márquez, tiene 17 años, es de Cervera (Barcelona) y, manejando una Derbi, que cada vez tiene menos de bala roja pero sigue siendo tan veloz como en los tiempos de Angel Nieto, ganó el Gran Premio de Italia de 125cc por delante de su colegas y compatriotas Nico Terol y Pol Espargaró. El de ayer fue el cuarto triple de la temporada. Cuatro de cuatro: Qatar, Jerez, Le Mans y Mugello.

Márquez, en su gran premio 33, sumó, por fin, una victoria a sus cuatro podios. Cierto, mereció ganar antes pero no lo consiguió hasta ayer cuando, en una última vuelta escalofriante, se impuso a sus compañeros de viaje. "He de confesar que la recta de Mugello se me ha hecho eterna, ¡eterna!, inmensa, no se acababa nunca y sufría porque la Aprilia de Terol resonaba en mi casco". Tan cerca estuvo Nico, que cruzó la meta a 39 milésimas de segundo del catalán. "Marc ha entrado en la última curva a saco y ya he visto que no lo alcanzaba", aseguró, medio resignado, Terol, que mantiene el liderato del Mundial de 125cc con 6 puntos más que Espargaró y 28 más que Márquez.

"Sabía que tarde o temprano ganaría un gran premio, este era, desde luego, uno de los retos de este año así que, a partir de ahora, hay que buscar otra meta, el liderato o el título no es un mal objetivo", indicó Márquez que, muy en la línea de Dani Pedrosa, no se volvió loco, ni mucho menos, a la hora de celebrar esta sonado victoria, sin duda la más importante de su corta carrera deportiva. "Soy muy feliz, sí, pero más por mi familia, por Emilio Alzamora, que tanto ha confiado en mí, y por mi equipo, que está trabajando de maravilla, que por mí", añadió.

Márquez sabe que "deberé esperar un pinchazo de Nico o Pol para soñar con el liderato, pero esto es muy largo y, si se me rompió el tubo de escape en Jerez, a ellos les puede pasar algo así". "No hay más remedio que salir a ganar todas las carreras", dijo sonriente Alzamora.