"Su principal secreto para haber logrado tanto es, sobre todo, su capacidad de trabajo; por eso ha conseguido estar tan arriba y sigue estándolo". Pedro García, un fornido madrileño que ha llegado a ser campeón de España en deportes de combate, juzga así a su mujer, Margarita Montes, cacereña de 35 años cuya historia humano-deportiva asoma alucinante desde cualquier perspectiva que se juzgue.

Es fin de semana en Cáceres y ambos pasan unos días con la familia de ella, una mujer con una apariencia física fuerte y una simpatía arrolladora. La historia de Marga , como se hace llamar esta deportista total, es difícil de calificar, incluso de cuantificar y condensar desde el punto de vista estadístico.

25 entorchados

Un dato, extraído de un historial tremendo, aclara el panorama: 25 títulos mundiales en lo que global y técnicamente se llaman deportes de combate (lucha sambo, jiu-jitsu, lucha libre femenina, lucha de playa y judo). Teniendo en cuenta que estuvo cinco años parada (2001-2006) por una hernia discal mal tratada, se llega a la conclusión de que esta luchadora es un caso único de superación, sacrificio y talento.

"Estuve mucho tiempo con corticoides y empecé a engordar hasta 25 kilos más de lo que pesaba. Dejé de competir y, al cabo del tiempo, un osteópata me quitó los corticoides, me trató y me curé totalmente con su ayuda", cuenta con naturalidad y siempre con una mueca que descubre una ingente felicidad. Marga siguió ganando campeonatos nacionales, europeos, mundiales, pruebas de distinto nivel, e incluso hasta medio maratones.

Hace un par de semanas, se llevó su último Mundial. Fue en la modalidad de lucha de playa en Antaya (Turquía) tras un espectacular combate final ante una luchadora rusa.

"Siempre llevo dos bolsas: una con mi ropa de calle y mis cosas y otra, fundamental, con mi ropia de deporte". A Margarita se la ha podido ver corriendo por la ciudad. Su agenda de deportista es taxativa: necesita hacer deporte constantemente. Por supuesto, su dieta es de lo más saludable: la pasta, las ensaladas y el pollo a la plancha son insustituibles.

Con menos kilos

En la práctica de sus deportes habituales, compite incluso en categorías de menos peso en las que, cómo no, también arrasa. No hay ni rastro de su hernia.

Marga vuelve a su ciudad natal, que abandonó con dos años para irse a Madrid "tras la muerte de mi padre", cada vez en puede. Vivió en la calle Ecuador, en El Carnerí , uno de los barrios más cacereños de toda la vida , en el seno de una familia de ¡12 hermanos!. Ella es melliza. Ha pasado el tiempo, se ha desarrollado como mujer y como deportista y vive en Pastrana (Guadalajara), donde ella y su marido tienen una escuela de deportistas de todas las edades.

Tiene la medalla de plata al mérito deportivo de Castilla La Mancha, aunque el vínculo con Extremadura está claro: compite desde hace un par de años con el gimnasio Gran Maestre, de Fuente del Maestre, trabajando estrechamente con su amigo Enrique Morgado quien, junto a la federación regional, le están tratando especialmente bien. De hecho, cuenta, exhibe sus medallas con orgullo cacereño y extremeño.

Lógicamente no tiene más vínculos como seleccionable por Extremadura porque no puede empadronarse aquí. De todas maneras, insiste, ella se siente "muy cacereña", tanto como su madre Eloína.

¿Su tope? No parece tenerlo. Simplemente pararía si se da una circunstancia: quedarse embazarada. Pero Marga , la chica modelo de deportista de El Carnerí , promete más espectáculo.