La leña de la rivalidad alimenta hogueras en Red Bull. "No está mal para ser el piloto número dos", dijo con irónica rabia Mark Webber al cruzar ganador la meta. Red Bull había llevado dos alerones delanteros nuevos para sus pilotos. Vettel dañó el suyo y Christian Horner, el jefe, tomó la decisión de quitarlo del coche de Webber para colocarlo en el de Vettel, porque el alemán "va primero en la clasificación". Vettel logró la ´pole´ pero erró con el embrague en la salida y fue adelantado por Webber. Hamilton llegó a su altura, se tocaron, y la rueda trasera del RB6 de Vettel se pinchó. Logró llegar a ´boxes´, pero regresó último a la carrera, desde donde remontó a la séptima posición. Al conocer la frase de Webber por radio, Vettel echó más leña al fuego. "Es bueno ver su verdadera cara. He aprendido la lección, lo tendré en cuenta.

Lo que hicieron con el alerón es único. Estoy muy decepcionado. Tendremos una reunión el lunes", advierte Webber.