Buscar en la página de Google la expresión "Rafa no me jodas" ofrece, en menos de un minuto, 584 entradas. Una página web, la del Guardian, un diario inglés, explica que la expresión se traduce como "Rafa don´t screw with me". Pero no todas se refieren al célebre episodio protagonizado por Enrique Mejuto González y el asistente Rafa Guerrero en Zaragoza (1996). Ocho años más tarde, los dos, junto a Oscar David Martínez Samaniego, el otro linier, estarán en Guimaraes para juzgar el Italia-Dinamarca.

Encerrado con sus colegas en San Félix da Marinha, al norte de Oporto, ha examinado los vídeos facilitados por la UEFA para saber en qué circunstancias se debe pitar un fuera de juego en una ocasión de gol y ha revisado las nuevas normas encaminadas a evitar el juego duro.

"Los partidos no se arbitran, se dirigen", sostiene Mejuto a modo de máxima. El no se considera un juez "reglamentista" porque entiende que, a veces, "una explicación vale más que una tarjeta amarilla". Aun se siente más cómodo pitando partidos internacionales, como el de hoy, que los de la Liga española, lejos de la presión que ejerce el público, de la lupa con que les examinan los medios. Hoy medio mundo estará pendiente de él. Y de Rafa.