Zinedine Zidane marcó la conquista de la Liga como el principal objetivo de la temporada, un mensaje que caló en el vestuario, repiten todos los jugadores en sus comparecencias y ha provocado un inicio perfecto, con pleno de victorias y liderato en solitario en tres jornadas. Y mañana, estreno en Champions ante el Sporting de Portugal.

Comenzaba el Madrid plagado de bajas de jugadores importantes en su columna vertebral en Anoeta, ante la Real Sociedad, y Zidane lanzaba un mensaje claro. Esta campaña la Liga está por encima del resto de competiciones. Una conquista del título en ocho años es un pobre bagaje para el madridismo.

Las ausencias de Navas, Cristiano, Modric o Benzema no impidieron el cambio de imagen en Anoeta respecto al pasado curso. Del empate sin goles ante el que era un recién ascendido como el Sporting en El Molinón, se pasó a un triunfo firme en terreno siempre complicado, con Bale tirando del carro (0-3).

Las dos siguientes jornadas las encaraba el Madrid en el Bernabéu, una buena oportunidad de lanzar un mensaje al resto y engancharse a la zona más alta de la clasificación. Triunfo sufrido ante el Celta de Vigo (2-1) y de gran comodidad ante Osasuna el día de la reaparición con gol de Cristiano (5-2).

Al arranque inesperado del Atlético de Madrid, que cedió puntos ante dos equipos recién ascendidos como Alavés y Leganés, se sumó el sábado la sorpresa del campeonato, de nuevo del Alavés, en el Camp Nou que mete una distancia de 3 puntos y deja al Madrid como líder en solitario. Refuerza el mensaje lanzado por Zidane. Quiere regularidad y seriedad todo el curso, sin relajaciones que luego hagan ir a remolque, y sus jugadores han captado el mensaje.

"Es importante ganar la Liga porque como dijo Zidane, hace mucho tiempo que no la ganamos y ese es nuestro foco esta temporada. En el Madrid siempre soñamos a lo grande y cuando nos centramos en un torneo queremos ganarlo", confesó Bale.

A sus declaraciones se sumaron otros dos pesos pesados del vestuario como son Cristiano y Luka Modric.