«Contentos» fue la primera palabra que dijo Dani Mori, entrenador del Mérida, al finalizar el partido de la última jornada en la que su equipo empató a cero en feudo del Villanovense. Mori justificaba dicho estado de ánimo tras el choque porque «hoy el objetivo era intenta ganar, pero para nosotros también era muy importantes el vaciarnos, el trabajar y que fuéramos un equipo que se igualase con el rival a nivel competitivo, porque ellos venían con mucho rodaje».

Para lograrlo, el técnico dispuso en el terreno de juego un sistema con cinco defensas y cuatro caras nuevas en el once titular con respecto al partido ante el Talavera. «Tenemos que ir creciendo, estamos construyendo. Con el sistema de hoy nos garantizábamos que todo el sistema defensivo estuviera muy bien controlado con sus movimientos y podíamos hacerle mucho daño con las situaciones por fuera en superioridad», explicaba el entrenador, que también se mostraba «muy contento en cómo los jugadores han creído y confiado en este dibujo».

Continuidad

Parece que el sistema puede tener continuidad «por lo menos ahora que el equipo tiene que crecer en competición. Hemos estado mucho tiempo parados. Ahora tenemos que tener consistencia, este sistema nos lo puede dar y estamos contentos con él, aunque habrá que analizar si es el que procede para el partido en Villarrubia (sábado, 18.00 horas)».

El balance es de un punto sobre seis, a pesar de lo cual, «no tenemos presión añadida, hay que mirar al frente e ir al próximo partido con ilusión y ganas para ganar los tres puntos».

En un partido en el que predominó el juego directo, el Mérida mejoró en tres aspectos: el nivel físico, el sistema defensivo y, sobre todo, la defensa de las jugadas a balón parado, un aspecto este último, que se convirtió en un auténtico martirio en la primera jornada frente al Talavera. Sin embargo, aunque es lógico que un entrenador busque mantener su portería a cero cuando sabe que a su equipo le falta rodaje, tampoco hay que olvidar que el Mérida en 180 minutos no ha puesto a prueba a ninguno de los porteros rivales que ha tenido habiendo sido utilizados prácticamente todos los jugadores ofensivos de la plantilla y en distintas posiciones.

La esperanza de la parroquia romana es que, una vez que el equipo se está asentando a nivel defensivo, la mejoría física haga florecer finalmente la calidad atacante que se le presume al actual plantel.