Ninguno de los cinco partidos es, a priori, inasequible. El Cáceres CB se puede jugar su futuro en un mes de marzo que se adivina dramático no sólo en lo económico, con la decisiva asamblea del día 11, sino en lo deportivo. Restan cinco partidos y en el club ya han comenzado las cábalas.

Aunque en los cálculos entraba iniciar con buen pie marzo, la derrota ante el Canarias y el triunfo del Fórum en Vitoria obligan a los verdinegros a lograr un buen botín en este mes, dado que en la recta final de la liga el calendario se hace aún más complicado y jugarse la permanencia obligados a ganar a Estudiantes, Joventut y Pamesa se antoja una misión excesivamente complicada.

MIRANDO EN POSITIVO

Marzo es el mes clave para respirar o complicarse aún más en la tabla clasificatoria, pero varios datos invitan al optimismo, piensan en el club: el Manresa, si bien está haciendo una gran campaña, está al alcance del Cáceres, al menos en plantilla. Ganar en el Nou Congost (domingo, 19.00 horas) proporcionaría unas dosis de moral indudables de cara al doble compromiso de jueves y sábado en casa, la semana siguiente, ante el Girona (ocho triunfos y que podría estar aún a tiro ) y Caja San Fernando, un equipo que, pese a su notable potencial, se le da tradicionalmente bien al Cáceres.

Dos días antes del encuentro ante el Girona, tendrá lugar la asamblea, un factor a tener en cuenta, sobre todo si en ella se inicia el proceso de disolución, que podría minar definitivamente el ánimo de los más fieles.

Los encuentros ante el Granada fuera (colista) y el último en casa ante el Fuenlabrada cierran el marzo más dramático de la historia del club, en lo deportivo y lo económico.