Leo Messi, el jugador más determinante del fútbol mundial, vuelve a cruzarse en las aspiraciones del Atlético de Madrid, en la segunda semifinal de la Supercopa de España (20.00 horas), con el recuerdo aún fresco del duelo en el Wanda Metropolitano que desequilibró en el tramo final el astro argentino.

Messi, que ha marcado ya 30 goles al Atlético, encara la ‘transición’ del club rojiblanco. Fue precisamente tras la derrota encajada ante el cuadro azulgrana, el pasado 2 de diciembre, cuando Simeone situó a su equipo en un período transitorio en la presente campaña, aunque días después lo matizó.

Aún así, el preparador argentino no da con la tecla ante el Barça. 26 veces se ha medido Simeone como entrenador rojiblanco con el Barcelona y solo cuenta con dos triunfos. Ambos en casa y en los cuartos de final de la Liga de Campeones; nueve empates y quince derrotas, 37 goles del equipo azulgrana y 21 rojiblancos. El Barça no cae contra el Atlético desde el 13 de abril del 2016, en Europa.

Yeda proporciona una nueva ocasión a los rojiblancos. Es el Atlético un conjunto en alza en los últimos partidos. Acumula tres triunfos seguidos en Liga y ya es tercero. Dejó atrás las dudas que generó tiempo atrás y que ahora invaden, en parte, a su adversario.

SIN EL BRILLO DE ANTAÑO / Carece de brillo el vigente campeón, que mantiene sus opciones intactas en todas las competiciones a pesar de haber dejado de lado el absolutismo de antaño.

En la Liga solo ha ganado uno de sus cuatro últimos partidos, ante el Alavés. Empató contra la Real Sociedad, el Madrid y el pasado sábado frente el Espanyol.

El Barça está en Yeda desde el martes sin Dembelé, Arthur ni Ter Stegen. La baja del meta alemán es la más relevante del conjunto de Ernesto Valverde, que ha citado a varios jugadores del filial. El Atlético tiene una sola duda para el once, Koke o Herrera.

Valverde, el técnico del Barça, aseguró ayer en la previa de hoy que prefiere el tradicional formato de Supercopa al actual, tanto en la referente al número de equipos participantes como en el de las fechas de la disputa de la competición. «El dato objetivo es que en cinco Supercopas, en las tres primeras mi equipo tuvo que jugar la vuelta fuera, la última en campo neutral (Tánger) y ahora con cuatro equipos. Se me hace extraño jugar la Supercopa con cuatro equipos, pero es lo que hay. Si me dan a elegir, preferiría el formato anterior», insistió.

Comentó que su equipo se toma el partido como si fuera un encuentro de Liga y sabiendo de la dificultad del rival, como se vio en el último encuentro de LaLiga que midió a ambos equipos en el Wanda.