Ahora río, ahora lloro. El aficionado del Moralo CP sigue sometido a fuertes emociones con su equipo en este final de temporada. La derrota frente al Castuera (1-2 el domingo pasado) dejó helado al Municipal en una tarde lluviosa de primavera, con climatología muy apropiada para el ambiente que se respiraba al final del encuentro.

Sin embargo, el entrenador verdiblanco, Emilio Gil, no tardó en salir al quite del pesimismo y ya en la rueda de prensa quiso pasar página. «Seguimos con las opciones intactas y hay que ponerse a trabajar de nuevo», dijo, «porque no hay tiempo para pensar en lo que ha pasado hoy y sí confiar en sacar algo positivo de Plasencia».

Objetivamente, y aunque parece un contrasentido, el Moralo está ahora más cerca del playoff pese a perder. El empate del Coria, y al descontarse una jornada más al campeonato, hizo que haya pasado de estar a seis puntos a colocarse a cuatro de conseguir matemáticamente una plaza para la fase de ascenso a la Segunda División B.

SIN PRESIÓN / El técnico de los de Navalmoral de la Mata no cree que los suyos estén presionados ni nerviosos: «presión para otras cosas de la vida, ojalá todo fuera tan bonito como esto», afirmó, «a pesar de haber perdido, mañana lo veremos de otra forma, estoy convencido de que vamos a seguir dando la cara».

Eso sí, Gil no rehuye asumir los errores defensivos en modo alguno. «Los dos últimos partidos en casa han sido una desgracia, con dos goles en propia puerta; a veces pasan estas cosas pero hay que levantarse no que otra», expresó tras el encuentro en la rueda de prensa posterior.

El Moralo ha bajado al tercer lugar de la tabla y jugará fuera de casa tres de las cuatro últimas jornadas de liga. Las dos próximas en canchas tan difíciles como las de Plasencia y Jerez de los Caballeros.