Podría decirse que Ñete Bohigas vino a este mundo para entrenar al Cáceres, ya fuese en su anterior versión, la desaparecida (casi una década como ayudante en la Liga ACB y dos años como técnico principal en la LEB Oro), como en la actual, donde iniciará su sexta temporada con la pizarra en la mano. En total, 18. El acuerdo fue presentado ayer bajo el leit-motiv constante de que el protagonista tiene «más ilusión que nunca» en el desafío.

«Estoy muy contento. Para mí supone siempre mucho entrenar y hacerlo aquí lo multiplica. Estoy si cabe con ganas renovadas. No es que haya un proyecto nuevo, pero sí un impulso a medio-largo plazo del club y me siento muy orgulloso de poder participar en ello», empezó diciendo, especialmente satisfecho de que Sergio Pérez se haya incorporado como apoyo suyo, pasando de jugador a gerente. En el acto, que tuvo lugar en Gedauto Cáceres, solo estuvo presente un directivo. El presidente, José Manuel Sánchez, se ausentó por motivos laborales.

Habiendo nacido y crecido en la ciudad, Bohigas declaró que se siente «muy afortunado en trabajar en lo que hago». «Estoy en mi casa. Me siento mucho más rodeado de gente que me quiere que de gente que no me quiere. Hace tiempo renuncié a que todo el mundo me quisiera porque es imposible, pero es que estoy muy bien. He aprendido a mirar hacia adentro y ver lo afortunado que soy. Me gustaría transmitirle esa idea al equipo de la temporada que viene», agregó.

Complicadas renovaciones

«No por el hecho de llevar mucho tiempo entrenando se pierde la ilusión», reiteró Bohigas, de 52 años. Aunque su renovación no se hizo oficial hasta el domingo, lleva trabajando en el futuro desde hace semanas. «Tengo muchas ganas de empezar y confeccionar una plantilla lo suficientemente atractiva como para enganchar a la gente», comentó.

Renunció a hablar de nombres, pero dio a entender con claridad que quiere al lado suyo a jugadores como Guille Corrales, Luis Parejo y Niko Rakocevic. Con los tres el proceso de negociación va lento, pero, afirmó Bohigas, «son gente que nos han hecho bien a todos». «No va a ser fácil que continúen porque hemos conseguido que se revaloricen y crezcan. Poderlos mantener se hace más complicado cada año, pero estamos trabajando en eso ya. Las primeras piezas serán las renovaciones. No depende solo de nosotros, sino de ellos y del mercado», afirmó.

Tampoco desveló si contará con más presupuesto para construir el equipo («eso lo dejo en manos de Sergio y del presidente»), pero sí prometió «hacer lo mejor posible con las posibilidades que tenemos». «Tenemos tiempo. Es fundamental el trabajo que se haga en verano para el resto de la temporada. No quiero que esto se vea como un proyecto cortoplacista. Vamos a ver si damos un paso firme para poder seguir creciendo y quizás los resultados no se tengan que dar ahora», explicó, reclamando «gente comprometida, como en los últimos años».

Sostuvo además que los estilos de juego «los marcan los jugadores» porque «si yo fuese un entrenador que pudiese fichar a toda la gente que quiero, haría un equipo a mi imagen y semejanza». «A nuestro nivel no se hace así. Tengo mi idea de juego y las cosas que queremos cambiar, pero hasta que no estén todos aquí y entrenemos no vamos a ver hasta qué punto se puede hacer, qué línea vamos a tener. Sí que le queremos dar una mejora física respecto a otros años. Y no se me quita la idea de jugar rápido y tomar decisiones prontas», avanzó.