Hace más 9 días, el presidente de la AD Extremadura, Fermín Naranjo, entró en el vestuario del equipo. El conjunto cacereño de la División de Plata de fútbol sala estaba teóricamente hundido en la clasificación y a un mundo, cuantificado en 13 puntos, de los puestos de salvación.

Naranjo pidió compromiso y profesionalidad a sus jugadores, a los que incluso ´invitó´ a marcharse si no se sentían capacitados para, al menos, intentarlo. Y a fe que la arenga surtió efecto: el pasado sábado vencieron a domicilio al Burela (1-2), un equipo que acumulaba más de un año y medio sin perder en casa.

"Podemos conseguirlo. Aún hay tiempo", sostiene el propio dirigente de la AD Extremadura. La tarea es ardua, pero los cálculos están hechos: hay que recibir en casa a conjuntos que están en la zona baja (el primero de ellos, el Albacete, el sábado a las 17.00 horas). A partir de ahí también habría que conseguir vencer en varios partidos fuera.

Con la moral crecida, el triunfo en Galicia ha disparado el optismismo. "Están entrenando muy bien y todos los jugadores, desde el juvenil Alvaro hasta el brasileño Cassio, están muy metidos", abunda Naranjo, una persona a la que, al menos, no se le podrá achacar que no sea positivista en momentos complicados como los que ahora vive.