A las 17.31 minutos de ayer, casi con una puntualidad prusiana visto lo que marca el reglamento al respecto, el árbitro andaluz Enrique Jesús Figueroa Vázquez comunicaba oficialmente al delegado del Aguilas y a un representante del Díter, no a su delegado, que el partido que debían disputar ambos equipos en el Nuevo Estadio segedano quedaba definitivamente suspendido. Según reza el acta del duelo porque, "habiendo llegado a las instalaciones deportivas dos horas antes de la hora prevista para el comienzo del partido, y esperando hasta treinta minutos después, saliendo varias veces a inspeccionar el terreno de juego, decido no comenzar el encuentro, ya que, habiendo agotado todos los medios al alcance, la visibilidad de las líneas es escasa y el riesgo para la integridad física de los jugadores era muy alta, debido a la abundante nieve...".

Ese fue el epílogo, Antes, dudas, sobre todo, muchas dudas. Y es que desde las 14.25 horas estaba cayendo nieve sobre la ciudad de Zafra y el maltrecho césped del Nuevo Estadio lo evidenciaba. Es cierto que el Díter intentó jugar, su rival llegaba con dos bajas y Rus no escondía sobre el césped su frustración: "Quiero jugar, romper la racha cuando antes. Necesitamos una victoria ya".

BALONES DE COLORES Antes de suspender el partido el árbitro pidió balones de colores, se fueron a buscar varios del modelo amarillo de la Liga de Fútbol Profesional, luego solicitó que se pintase las líneas... ¡¡¡con cal de colores!!! El Aguilas se aferraba a que el reglamento es taxativo y que a las 17.30 tenía que suspender el partido. Y eso es lo que hizo tras saltar por enésima vez al campo el trencilla . Luego, la procesión por barrios: satisfacción en los visitantes, caras de circunstancia en los locales.

Pepe Soler, entrenador del equipo murciano fue tajante: "Es lo lógico. El campo no está para jugar y cualquier cosa que hubiésemos hecho ahí no hubiese sido fútbol. Yo temía por la integridad física de los jugadores. No es admisible jugar en estas condiciones". Rafa Rus, técnico local, calificó de "anécdota" lo sucedido porque "el campo no estaba tan mal. En Burgos y en el norte he jugado yo partidos en campos peores que éste. Pero se ha suspendido y no hay nada que hacer". Eso sí, apuntó que "he hablado con el entrenador del Aguilas y no habrá problemas para ponernos de acuerdo para jugar el partido". Algún directivo del Aguilas apuró las opciones de que se jugara hoy. El equipo pernoctaría en Zafra, disputaría el partido y no tendría que volver. Pero se dio de bruces con el propio reglamento.

La tercera versión de la suspensión, y en vista de que el árbitro no podía hablar, la dio el delegado de partido, Francisco José Belinchón García, quien confirmó que "se han apurado todas las posibilidades, pero la verdad es que el partido no se podía jugar en estas condiciones y ha habido que suspenderlo".