Aunque su objetivo principal es formar jugadores, y ponerlos a disposición del primer equipo como mandan los cánones de una cantera bien vertebrada, el Extremadura B que dirige Cisqui puede cerrar el ejercicio con un lustre añadido. El filial azulgrana, que llegó a estar hasta a once puntos del corte, se ha metido en la cuarta plaza del grupo XIV de la Tercera División y sueña con poder jugar la liguilla de ascenso a Segunda B en breve.

Las tres primeras plazas se las han adjudicado el Cerro de Reyes de Tinín, el Don Benito de Rus y el Villanovense de Calvo. La candidatura para el cuarto billete para la liguilla se los disputan los almendralejense con el Plasencia y otro filial, el Badajoz B.

Pero los mejor colocados, con un punto sobre los placentinos y hasta cuatro por encima de los blanquinegros, son los azulgranas que, además, tienen que disputar tres de los cuatro partidos que le restan en su cancha. Tras recibir hoy al Gran Maestre y durante el fin de semana al Villafranca, tendrán que viajar a Guadiana del Caudillo antes de despedirse en la visita del Badajoz B a Almendralejo.

Francisco Javier Diosdado Cisqui explica que "el secreto del éxito está en la gran ilusión de los chavales y en sus enormes ganas de trabajar. Siempre están dispuestos a dar lo máximo".. El responsable del banquillo del filial azulgrana reconoce que "para cualquier entrenador es un orgullo dirigir a un grupo como el que tengo. Están dispuestos a sacrificarlo todo por el equipo. Por eso, y aunque nuestro objetivo primordial es otro, no vamos a renunciar a nada que nos hayamos ganado a pulso".

Y no les importa tener que trabajar en campos de tierra en la Ciudad Deportiva cuando las necesidades del guión así lo exigen y pasar por las penurias económicas que están teniendo que soportar por los problemas de liquidez de la entidad. Ni siquiera quieren hablar de ello. Ahora sólo les importa afrontar con esa misma ilusión que les está dado el éxito el partido ante el colista Gran Maestre.