Resulta que seguimos siendo los españoles que menos deporte hacen, aunque las cifras mejoran. Mea culpa. Aunque un añorado subdirector me dijo hace siglos que uno nunca debía escribir sobre uno mismo en el periódico, confesaré que formo parte de ese 71% de extremeños que no le da un palo al agua. Los chicos de la redacción organizan una pachanga de fútbol sala los miércoles por la mañana --muy temprano, me temo-- y siempre me animan sin éxito a unirme. Ahora que empieza el nuevo año con todos esos buenos propósitos prometo pensármelo... cuando alguno de ellos deje de fumar, claro.

*Periodista