El entrenador extremeño del Real Zaragoza, Paco Herrera, destacó ayer que no ha recibido ningún ultimátum por parte del club sobre su futuro y que en las conversaciones que ha tenido con dirigentes del club solo se le ha mostrado apoyo. "Estos dos días he tenido un par de conversaciones y hemos hablado de lo fuerte que podía estar, pero nada más", explicó el técnico, que añadió sobre este asunto que no sabía si dentro de dos días podría decir lo mismo.

El entrenador zaragocista considera la situación actual del equipo como "el reto más importante" de su carrera. A este respecto explicó que cuando fichó por el Zaragoza tenía cuatro opciones, dos en el extranjero, y que todas eran mejores económicamente que el equipo aragonés.

"Elegí la que era la más difícil, la más exigente, pero a mí siempre me han ido los retos. Lo que pasa es que han ocurrido cosas que uno no espera y todo se convierte en todavía más exigente. Uno tiene que creer en uno mismo y en su equipo y voy a seguir peleando hasta el último minuto y tratando de transmitir la mayor tranquilidad a mi gente para ganar el próximo partido y que sea el inicio de otra cosa, y si tengo que morir en el intento lo haré", recalcó.

El técnico señaló que se siente seguro de sí mismo y que no se plantea su continuidad o no al frente del equipo. Lo que sí entiende es que la solución a los males del equipo maño es "ganar el domingo al Girona".