Para Rubén Palero Jiménez (Madrid, 6 de marzo de 1987) no será un día al uso. Hoy regresa el referente, el hasta hace un par de meses eterno capitán del Cacereño. Retorna el carismático defensa al Príncipe Felipe con otra camiseta, la del San Fernando de Henares, su nuevo club, en el contexto del trofeo Cáceres Patrimonio de la Humanidad (19.00 horas).

No es un cualquiera el protagonista. Es historia viva del club. Palero ha sido un tipo que se ha dejado el alma por el escudo durante las últimas ocho temporadas. Ascendió ante el Tenisca en su primer año como jugador del CPC en un domingo para la épica. A partir de entonces, ha hecho de todo en la entidad: ha sido el líder del vestuario, el interlocutor con el club en los malos momentos, el hombre de la templanza, del criterio fuera del campo, pero también el de la entrega sin límites dentro de él.

Enarbolando la bandera de la fidelidad, se quedó en anteriores temporadas pese a la sugerente oferta de un club inglés, que le ofrecía el doble; pese a que el Mérida y otros clubs le han tentado en varias ocasiones. Pese a todo. "Uno de los nuestros. Eterno capitán". En este verano ya hizo las maletas por estar más cerca de su casa. "Necesitaba un cambio", vino a decir. Puede que Palero vuelva a vestir la camiseta del Cacereño algún día. Es más que probable. Es casi seguro, ha dicho más de uno.

El encuentro de esta tarde será el primero del nuevo proyecto. Aparte de rendir tributo al madrileño, el duelo servirá para ver por primera vez en el Príncipe Felipe al equipo verde, aún en pañales, pero que está desarrollando una más que notable pretemporada. Especial interés será ver las evoluciones de los últimos fichajes, como el delantero hispano-argentino Kevin.