Fue una de las imágenes más emocionantes de todo lo que se vivió el domingo en Don Benito, el abrazo entre lágrimas de dos de los principales artífices del ascenso histórico de los rojiblancos, Patri Moreno y Juan García. Una pareja que se antoja necesaria para el salto que supone la Segunda B hoy en día. El club, la dirección deportiva y la afición quieren que García siga.

«Si como persona no tenía ninguna duda, como entrenador, las pocas que podría tener alguien las ha disipado con creces», señala Patri. Afirma que aunque no se hubiera ascendido, la temporada hecha por el equipo se merecía la renovación del cuerpo técnico. «Aunque este equipo no hubiese ascendido, Juan García ya sabe que tenía mi palabra y la de la directiva de que el cargo de entrenador lo tenía a su disposición para continuar con nosotros y ojalá continúe muchos años».

En este sentido, destaca además el gran trabajo de todo el cuerpo técnico y de los jugadores para este ascenso. «Hemos tenido un grupo humano con unos valores que ojalá se queden grabados para siempre en este club, humildad, trabajo y compromiso».

Patricio Moreno, Patri, lloró el pasado domingo porque quizá él sepa mejor que nadie la travesía por el desierto por la que ha pasado el Don Benito en los últimos años, tanto en lo deportivo como en lo económico, y que ya ha quedado atrás. Hasta hace poco más de año y medio compaginaba los despachos con los entrenamientos y cada domingo se enfundaba la zamarra rojiblanca, luego llegó la época en los banquillos y de colgar las botas, todo siempre pensando en el bien del equipo.

Nuevos retos

El club afronta la Segunda B como un gran reto y una gran oportunidad para seguir creciendo como entidad, completamente saneado y con una plantilla en la que varios jugadores tienen cabida en un proyecto en la categoría de bronce. «El fútbol no para, lo que haces hoy ya para mañana no te sirve y ahora vamos a tratar de que el club siga creciendo en estructura, en profesionalizarlo y al mismo tiempo, como hemos hecho en los últimos años, que vayamos creciendo también deportivamente», sentencia Patri, quien revela que el único secreto para conseguirlo es «trabajo y trabajo».

La directiva presidida por Pedro Montero no tardará mucho en ponerse manos a la obra para empezar a confeccionar la nueva plantilla y estructura del club. De momento todavía hay que terminar con las celebraciones.

Patri asegura que, aunque no lo quiso decir en público antes del encuentro, la mayor victoria de las últimas semanas era poder haber vuelto a movilizar a toda la ciudad. «Desde que se acabaron las entradas varios días antes del partido el mayor ascenso que había conseguido este equipo era haber levantado a la ciudad y ojalá eso quede para siempre», recuerda.

Revela que cuando peor lo pasó fue en los minutos finales. «Los últimos 20 minutos han sido el sino de este equipo toda la temporada, trabajo, pelea y defender este escudo a muerte».

Por el momento no se ha planeado ningún acto oficial más. La idea es reunir a la plantilla, directiva y entrenadores para disfrutar de una comida o cena de celebración, todos juntos. De manera tranquila, con la humildad que ha caracterizado este proyecto esta campaña.