El Cáceres decidirá "entre el lunes y el martes" si continúa en la LEB Oro. Una reunión entre los actuales dirigentes del club será definitiva después de valorarse el balance de las gestiones realizadas en los últimos días.

Buena parte de lo que pueda salir de esa cita clave girará en torno a lo que piensen dos de los empresarios que cada año avalan: Eduardo Chacón y Pedro Núñez. Ellos no quieren hablar públicamente e insisten en ser discretos porque el camino que vayan a tomar va a marcar un antes y después en el baloncesto profesional local.

Pero las previsiones son, en cualquier caso, muy pesimistas. A día de ayer, había muy pocas posibilidades de completar la documentación (inscripción y aval incluido) que la Federación Española de Baloncesto (FEB) ha exigido tras la moratoria que se le había dado al club extremeño, entre otros. El plazo expira el próximo 19 de julio, viernes. Hay tiempo, pero también temores. Y temores muy fundados.

NO REUNION Un nuevo episodio a este particular culebrón no ayudó ayer a la supervivencia de la entidad en la LEB Oro, pese a lo anecdótico que aparentemente pudiera parecer. Los directivos contaban ayer con la previsión de una reunión en Mérida con el director general de Deportes de la Junta, Antonio Pedrera. Pero un error a la hora de comporbar el correo de confirmación alertó de los peores temores: la cita no era para ayer, sino para el próximo viernes 19. Pedrera está de vacaciones y no vuelve hasta mediados de la semana que viene.

En cualquier caso, los dirigentes del Cáceres ya conocen de primera mano qué les van a ofrecer: la misma cantidad como subvención (180.000 euros) y el compromiso de intentar pagar los plazos de las ayudas antes de lo que se viene haciendo en años anteriores. Del mismo modo, saben que el resto de instituciones que sustentan al club darán lo mismo que en temporadas anteriores: el ayuntamiento 100.000 y la diputación 60.000. Al menos hasta ayer, los dirigentes del Cáceres veían estas cantidades insuficientes para encarar con garantías el nuevo proyecto.

El nuevo escenario es difícil de asumir, insisten extraoficialmente en el club. Y en la LEB Oro siguen inscribiéndose clubs (el último, ayer el Ourense). El Cáceres, hoy por hoy, está más cerca de la EBA que de la segunda categoría del basket nacional.

Otro factor determinante en el actual pesimismo que se respira en el club es la relación entre los muy discutibles objetivos que se persiguen en cuanto a lo deportivo y lo que pueda suceder en la masa social. Y es que será complicado atraer a más abonados que años anteriores, por muchas facilidades que se den. La tendencia a la baja es una realidad en sí misma en el universo LEB en cuanto a seguimiento de los espectadores.