SEVILLA: Palop; Daniel Alves, Javi Navarro (Maresca, m.71), Escudé, David; Jesús Navas, Renato (Martí, m.65), Poulsen, Adriano; Kanouté (Chevantón, m.76) y Luis Fabiano.

DEPORTIVO: Aouate; Manuel Pablo, Andrade, Arbeloa, Capdevilla; Sergio (Verdú, m.59), Duscher; Cristian (De Guzmán, m.77), Juan Rodríguez (Riki, m.74), Filipe Luis; y Arizmendi.

GOLES: 1-0, M.28: Kanouté. 2-0, M.64: Kanouté, de penalti. 3-0, M.67: Luis Fabiano. 4-0, M.74: Daniel Alves.

ARBITRO: Vicente Lizondo Cortés. Amonestó a los visitantes, Juan Rodríguez (m.46), Capdevilla y Andrade y al local Escudé.

Un gran Sevilla, intratable como local con un pleno de ocho victorias ligueras, llega al parón navideño como firme líder de Primera División, a la vez que deja muy tocado al Deportivo, que suma nueve jornadas sin ganar y que ya mira de reojo a los puestos de descenso.

El equipo hispalense, que recibirá el próximo enero el trofeo de mejor del mundo en 2006 que otorga el organismo de historia y estadística dependiente de la FIFA, está en una espléndida forma y todo le sale, por lo que va a cerrar el año en todo lo alto de la tabla.

Desde el inicio pareció que el gol local sólo era cuestión de tiempo y éste llegó a los 28 minutos, obra de Kanouté, quien estuvo muy atento tras un rechace de Aouate después de un disparo de Luis Fabiano y logró su decimotercera diana liguera.

El Deportivo, que hasta ese momento había hecho muy poco, tuvo su primera aproximación con peligro a los 34 minutos, pero el portero Andrés Palop resolvió la situación, aunque ese fue un punto de inflexión para que los visitantes tuvieran más el balón en su poder e hicieran, sobre todo a balón parado, trabajar a la defensa rival.

DOMINIO ARROLLADOR En la segunda parte, el equipo de Juande Ramos volvió a tomar el dominio ante un Deportivo que no hizo casi nada por encontrar un nuevo empate.

Ante ello, lo que sucedió fue que volvieron a llegar los goles de un Sevilla desmelenado que casi de forma consecutiva y en pocos minutos logró el segundo, tercero y cuarto.

Kanouté, tras un penalti que le hicieron a Luis Fabiano, el propio brasileño, de un magnífico cabezazo, y Daniel Alves, de un gran libre directo, pusieron el 4-0 en el marcador ante un rival desquiciado por lo que se le vino encima.

Desde ahí hasta el final, el Sevilla no se conformó y siguió buscando atacar frente a un adversario entregado y pudo conseguir el quinto en varias ocasiones, aunque finalmente del 4-0 no se pasó.