Una intervención "ambulatoria" de 35 minutos y, en unas horas, de regreso a casa. La nueva operación a que ha sido sometido Carles Puyol en la rodilla derecha este miércoles habrá sido la más corta de todas las que ha sufrido -y ya son muchas- en su carrera. El capitán del Barça estará entre tres y cuatro semanas de recuperación, con lo que podrá empezar la pretemporada (esas son las previsiones) como todos sus compañeros.

El doctor Joan Carles Monllau ha extirpado a Puyol el quiste de Baker, una cavidad que está en todas las rodillas pero que en el caso del futbolista acumulaba la suciedad y los "cuerpos libres" que tenía en la articulación después de una lesión anterior del cartílago, según ha explicado el doctor Ricard Pruna. En la última operación, del pasado 15 de marzo, ya se conocía la existencia de ese quiste, y de las molestias que ocasionaba.

"Sin vacaciones"

Pero con el paso del tiempo, Puyol ha visto que no desaparecían y ha pedido soluciones al ver que tal vez no llegaría a tiempo para la pretemporada. "Se quedará sin vacaciones", ha adelantado Pruna. No será la primera vez en el caso del defensa, que el año pasado ya se dedicó a recuperarse de la primera artroscopia en la rodilla.

"La solución ahora era extirpar el quiste, que no es una patología que suela operarse", ha aclarado el doctor azulgrana, "Todo lo que hacemos es por el bien del jugador, para que pueda rendir a tope el máximo de tiempo que pueda", ha añadido, consciente de que Puyol dedicará todos sus esfuerzos -así se lo ha asegurado el futbolista- para jugar en el Barça y acabar la temporada en el Mundial de Brasil del 2014.