El danés Michael Rasmussen, maillot amarillo del Tour de Francia, admitió hoy que cometió un error al no presentarse a un control antidopaje por sorpresa, pero defendió su limpieza y aseguró que ha pasado muchos test antes y durante la ronda gala.

"Cometí un error y la Unión Ciclista Internacional (UCI) me envió una advertencia. Lo acepto y asumo la responsabilidad de la situación. Lamento que esta situación se haya conocido cuando soy maillot amarillo del Tour, una carrera que me lo ha dado todo", afirmó el danés en una multitudinaria rueda de prensa en la segunda jornada de descanso de la carrera en Pau.

Rasmussen, que compareció acompañado de un abogado del equipo Rabobank, Harro Knijff, y del director general del mismo, Theo de Rooij, admitió una de las advertencias de la UCI, datada el 29 de junio pasado, pero no la otra porque contiene "un error administrativo", ya que está datada el 6 de mayo y debía estarlo el 6 de abril.

Indicó que sólo ha faltado a un control, ya que la otra advertencia, que data de 2006, se produjo por no haber enviado a tiempo su localización a la UCI para que le pudieran someter a test por sorpresa. "Lo envié con dos días de retraso y llamé para pedir perdón a la UCI. Me dijeron que no había problema y después me dieron un pre-aviso", indicó.

En total, el ciclista ha recibido cuatro advertencias por no comunicar su lugar de estancia para poder ser controlado por sorpresa, dos oficiales y dos extra-oficiales enviadas por la Federación danesa. La reglamentación de la UCI establece que con tres advertencias oficiales, un ciclista es considerado positivo.

Rasmussen recordó que pasó dos controles antidopaje antes del inicio del Tour de Francia ordenados por la UCI y que durante la carrera ha sido sometido a catorce test, sin que ninguno de ellos haya dado positivo. "Espero que las cosas hayan quedado claras y que ahora pueda centrarme en la carrera para poder ganar el Tour", afirmó el ciclista, al que no se le hizo ninguna pregunta sobre ciclismo.

De Rooij, por su parte, señaló que el equipo Rabobank se tomó "muy en serio" la otra advertencia de la UCI a Rasmussen del pasado día 29 y que le impusieron una multa de 10.000 euros por ello. "Hablé con la UCI tras esa advertencia y sancionamos a Michael. La UCI nos dijo que no había ningún elemento que indicara que el ciclista no podía participar en el Tour de Francia. Además, en los test internos que hace el equipo no había nada que hiciera sospechar de dopaje. Como equipo y como empleador podíamos llevar a Rasmussen al Tour", aseguró.

"No tenemos ninguna duda sobre Micheal en lo que se refiere al dopaje", señaló el responsable de la formación holandesa.