El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, ha recuperado la línea dura y crítica para evaluar el momento del conjunto catalán y tras la derrota contra el Villarreal volvió al discurso de inicio de la temporada, cuando no concedió ni un sólo adjetivo de admiración hacia el nuevo Barça de los ´fantásticos´.

Después del partido contra el Villarreal, lejos de morderse la lengua, Laporta se expresó con contundencia contra sus jugadores y, por extensión, contra el técnico. "Hemos jugado muy mal. Nos han dominado casi todo el partido, menos un rato en la segunda parte", señaló.

A pesar de ello, el mandatario barcelonista aún alberga la posibilidad de que el Barça acabe "poniéndose líder", pero su firmeza en este aspecto no es como hace unas semanas y sí, en cambio, ha crecido la decepción en el seno de la junta.

La confianza en que Rijkaard pueda conducir al Barcelona hacia algún éxito esta temporada ha pasado por diversas fases en los últimos meses. Desde haber recibido el máximo apoyo a cuestionarse su continuidad. Todo en los últimos meses.

CRITICAS AL TECNICO En la última junta, Laporta confirmó que la continuidad de Rijkaard se había debatido cuando el equipo, en la mitad de la primera vuelta, ofrecía síntomas de agotamiento y de falta de ideas, como si el Barça no hubiese hecho un punto y final respecto a la inestabilidad del final del campeonato anterior.

"En los momentos difíciles resistimos, tuvimos paciencia y aguantamos las presiones", destacó Laporta, dando a entender que las críticas a Rijkaard habían llegado a la directiva.

El holandés, meses después, vuelve a estar en el centro de las críticas. El Barça, que había perdido de vista al líder, a nueve puntos, logró recortar la distancia a dos pero en las dos últimas jornadas el Real Madrid ha vuelto a los ocho puntos.

Esta situación, sumada a que el Barça manifiesta síntomas similares a cuando se desató una crisis en los meses de octubre y noviembre, a que los jugadores determinantes (Henry, Ronaldinho y Eto´o, entre otros) están lejos de las expectativas y a que las posibilidades de un éxito en la Liga parecen lejanas, han reabierto el debate acerca de si Rijkaard es el entrenador idóneo.

De las críticas de Laporta se desprende que el entrenador vuelve a tener a la directiva como un aliado debilitado.

El presidente le ha confirmado en diversas ocasiones, pero la figura de Mourinho ha sobrevolado el Camp Nou como futurible. Rijkaard tiene contrato hasta el 30 de junio del 2009.

FUTURO INCIERTO Así, el doble tropiezo en Liga, a falta de once jornadas, ha devuelto la angustia de que el Barça podría cumplir un segundo año en blanco.

El próximo partido en Almería y, sobre todo, el enfrentamiento contra el Valencia, en la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey, cobrarán una importancia capital para Rijkaard. En algunos sectores del barcelonismo se ha inducido a la directiva a que adopte una posición drástica con el entrenador.

Sin Messi y con unas estrellas (Eto´o, Ronaldinho y Henry) venidas a menos, fragilidad defensiva (dos goles encajados en los últimos cuatro partidos), el Barça y Rijkaard afrontan una semana convulsa en la que se espera que la directiva manifieste públicamente qué posición tiene respecto al entrenador.