Puede que no ganen. O sí. En realidad, más de uno ya lo ha conseguido. Por ejemplo, el fornido Marc Coma (KTM). Pero los pilotos españoles dieron ayer un golpe en la mesa del Dakar. Cierto, todavía es muy pronto, demasiado, pero tanto Coma, ganador de la etapa de ayer entre Nador y Er Rachidia, como Isidre Esteve (KTM) y Carlos Sainz (Volkswagen), que ayer se encaramaron al frente de las clasificaciones de motos y coches, respectivamente, se convirtieron por un día o más en los protagonistas del rally africano. Solo el surafricano Giniel de Villiers, compañero de equipo del matador en VW, pudo hacerles sombra en el podio de Er Rachidia al conseguir la victoria después de superar a Sainz por 25 segundos.

ABRIR PISTA Sainz dijo que no pensaba cambiar de estrategia --"correré del primer al último día, no me voy a preocupar por el orden de salida del día siguiente"-- y ayer llegó al liderato pese a ser el abridor de la pista en las primeras dunas de Africa. "Michel (Perri, su copiloto) ha estado fantástico y no hemos tenido ningún problema", comentó el bicampeón madrileño. "No olvido que esto es el Dakar, así que lo más oportuno es mantener la calma. Esto no es cómo empieza sino cómo acaba. El problema de la etapa de hoy (por ayer) han sido las innumerables motos que hemos tenido que pasar".

El liderato de Sainz quedó reforzado por dos de sus compañeros, De Villiers y el portugués Carlos Sousa, que han colocado tres VW en el podio provisional. Los Mitsubishi están agazapados: Stephane Peterhansel es cuarto; Hiroshi Masuoka, sexto; Nani Roma, que ayer pinchó dos veces, séptimo, y Luc Alphand, el campeón actual, octavo.

"Lo dije y lo repito: Africa no es Portugal. Marruecos no es el Algarve. Hemos pisado Africa y ya han empezado a pasar cosas", comentó con cierta ironía y placer Marc Coma, ganador de la etapa, con 56 segundos de ventaja sobre el norteamericano Chris Blais (KTM) y 2.57 minutos menos que Esteve.