Michael Schumacher no está teniendo una vuelta feliz al circo de la Fórmula 1. Tiene un problema en La Rascasse, o un problema con Fernando Alonso, o las dos cosas juntas. La última sanción de su largo y nutrido expediente de faltas --otro de sus récords-- tuvo como escenario la cerrada curva de Mónaco. Ocurrió en el 2006, el año en el que ambos se jugaron el título hasta la última carrera, cuando detuvo su coche a propósito para obstaculizar a Magic Alonso en la calificación.

Se retiró al final de aquel año y, en su regreso, ha tropezado inexorablemente con la misma curva, obsesionado con el mismo piloto, de nuevo sancionado, esta vez con veinte segundos que le llevaron a la última posición. Una imprudencia que le ha costado un nuevo disgusto. Quien sabe si no se arrepiente de la decisión de volver a tomar un volante con su Mercedes.

Una regla muy retorcida

El accidente de Trulli y Chandhock hizo entrar al coche de seguridad a tres vueltas del final. El reglamento ha cambiado este año. Cuando el coche de seguridad se retira, no hace falta esperar a cruzar la meta para adelantar, se permite una vez sobrepasada la entrada a la calle de los boxes. Pero hay una excepción: la última vuelta. Para evitar la imagen de un banderazo a cuadros a un coche de seguridad y no al líder, el safety car se retira a boxes antes, pero es solo una cuestión de imagen. En la práctica la carrera sigue neutralizada porque no se puede adelantar en el último giro del gran premio (artículo 40.13).

Y eso es lo que no sabían en Mercedes, o no quiso saber Schumi . "El equipo me dijo que podía adelantar después del pit . Era una posibilidad, y lo intenté. Espero que los aficionados italianos no me lo tengan en cuenta", dijo el alemán. Ya sabía que estaba bajo investigación. "¿Sanción? Todo puede pasar si Damon Hill está entre los comisarios". Este año, un expiloto ayuda a los comisarios a interpretar mejor las acciones en la pista. En Mónaco le tocó el turno a Hill, el campeón de 1996, el hombre al que Schumacher arrebató de forma sucia el título en 1994. Llegaron igualados a puntos a la última carrera, en Adelaida. El alemán era líder con un puñado de segundos sobre el inglés, pero se salió de la pista y su Benetton rompió las suspensiones contra el muro. Pero regresó a la pista y esperó a Hill para cerrarle y echarle de la pista.

Un año después, la FIA le quitó todos los puntos por repetir la maniobra en igual situación frente a Jacques Villeneuve. Ahora su meta es sin duda Alonso, aunque el asturiano se lo toma con gracia. "Me dieron ganas de adelantar a Hamilton, pero pregunté por radio y me dijeron que no se podía en la última vuelta. Cuando vi que me adelantaba Schumacher, pensé: ´Mira, le van a sancionar, mejor´".