Se sabe de memoria la cantidad de goles que ha anotado en cada una de las ocho temporadas que lleva defendiendo la elástica verde, y que alcanzan un global nada despreciable de 43. El interior Sergio Sánchez, de 29 años, es una ´rara avis´ en un club, el Cacereño, en el que las idas y venidas de jugadores son una constante cada verano. El jugador de Carcaboso es un ejemplo de fidelidad fuera de toda duda en una entidad que considera ya como algo suyo y en una ciudad en la que se siente totalmente integrado.

"Estoy encantando. Tengo mucho que agradecer al Cacereño". Sergio ha vivido buenos y malos momentos en todas estas temporadas, pero su testimonio siempre incide en lo mismo. "Me he sentido siempre muy agusto". Ya desde que le reclutó Ismael Díaz en la temporada 2003-2004, después de hacer 24 goles con el Ciudad de Plasencia en Tercera, el zurdo siempre lo ha dado todo. "He trabajado mucho, y he tenido rachas mejores y peores, pero lo hemos intentado desde el principio".

De uno en uno

Firmó en su día por tres años. Después, temporada tras temporada, ha ido firmando por uno. "Mi mejor momento fue el ascenso hace dos temporadas. Me quité el mal recuerdo del descenso anterior", cuenta el futbolista.

En este año, se plantea un nuevo reto: hacerlo lo mejor posible para agradar al entrenador, Manolo Sánchez. "Hay mucha competencia, pero yo voy a hacer todo lo posible por jugar", dice. De momento, ha tenido escasas opciones de demostrar lo que lleva dentro: 15 minutos en el primer partido en Leganés, los primeros 45 ante el Guadalajara y apenas 5 ante el Rayo Vallecano B el pasado sábado fuera de casa, aunque el de Carcaboso ha tenido problemas físicos.

No cree Sergio que el Cacereño vaya a tener problemas a la hora de hacer goles, como parece que digan las cifras (solamente ha anotado dos, ambos al Montañeros en la cuarta jornada) porque, según el media punta-delantero, "tenemos buenos jugadores adelante".

Es Sergio, el reducto irreductible del paso del empresario Félix Campo por el Cacereño. En todos estos años ha tenido ofertas de equipos punteros de Tercera, pero él sigue fiel a una camiseta, la verde, que luce con la máxima ilusión puede que durante mucho tiempo.